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sábado, 30 de noviembre de 2013

Colombia – Medellín y Zona Cafetera


La Historia
 

Medellin - Colombia
Hola a todos, anteriormente terminamos despidiéndonos de Cartagena y partiendo rumbo a Medellín. Salimos temprano del hostel ya que teníamos una hora hasta el terminal y como si fuera poco hicimos el viaje de noche para amortiguar las duras 13 horas en el bus. Llegamos a Medellín cerca de las 10:30 a.m. y notamos que el paisaje había cambiado; el caribe ya no era tal si no que estábamos entre la formación central de los andes (una de las 3 que pasa por Colombia), por ende el clima era mas fresco, pasando de los 40° a los 25° promedio. Ni bien arribamos nos pusimos en contacto con Victoria, nuestra anfitriona de couchsurfing para coordinar la llegada. No tenemos más que palabras de agradecimientos para ella, quien nos abrió las puertas de su casa y junto a sus hijos, hermana y sobrina nos trataron muy bien. Por suerte estaba bien cerca del centro histórico así que allí mismo sin perder tiempo aprovechamos la tarde para conocer la Plaza Botero, el Palacio de la Cultura, la Plaza de las Luces entre otras cosas y también dar una miradita a como viven los “PAISAS” (gentilicio de la región). Para nuestra sorpresa, la ciudad es súper organizada, limpia y ordenada, hay que sacarse el sombrero por el sistema de transporte de metros que conectan a todos los puntos de una ciudad de 2.500.000 de habitantes y la amabilidad de la gente es destacable. Al día siguiente teníamos bastante caminata por hacer; debíamos ascender al Cerro Nutivara para tomar una panorámica de toda la ciudad, visitar el complejo deportivo Atanasio Girardot (donde esta entre otros estadios, la cancha del DIM y el Nacional de Medellín) y el ansiado encuentro con Santi, Lautaro y Dante. Así fue que despegamos temprano, desayunamos yogurt con un combinado potente de mango y piña (oro miel, la mejor) y empezamos el itinerario, demás esta decir que la vista desde el cerro fue espectacular y el complejo deportivo aun mas; algo similar al de Mar del Plata. Entre medio de eso teníamos la dirección donde estaban alojando los chicos, que de hecho nos quedaba de paso en el recorrido, así que llegamos para la hora del almuerzo. Fue una sensación muy linda y rara a la vez, encontrarse con gente con la que uno ha compartido la vida pero a tantos kilómetros de donde uno frecuentaba. Fue genial verlos, intercambiar historias, pensamientos y los planes futuros. Almorzamos con ellos y los acompañamos hasta su trabajo, donde brindaban su show; el semáforo “de a la vuelta!!”. Antes de irnos coordinamos para juntarnos a la noche ya que el Negro (Lauti) iba a cocinar sus tradicionales y bien buenas pizas! Así que volvimos a bañarnos y nos fuimos donde los chicos. Aproveche para llevarle al negro un paquete de yerba de regalo (ya que se habían quedado sin y acá cuesta algo así como $60 el paquete de 500 grs.) casi se muere del infarto cuando lo vio jaja!!. Despues de cenar, provechamos que era viernes y fuimos a “la zona rosa” (la parte de la ciudad en donde se encuentran los bares) donde probamos el aguardiente mientras seguimos charlando y riendo de viejas anécdotas. Aisi toda la noche hasta que regresamos a la casa de Victoria. El día siguiente fue puro relax ya que habíamos caminado demasiado los días anteriores y queríamos tomarnos un tiempo para planificar un poco la semana que se venia, así fue que solo nos movimos para ir hasta el terminal sur (si, tienen un terminal en cada punta para que los colectivos no tengan que atravesar la ciudad) a sacar nuestros pasajes para Armenia, el punto previo a Salento. Otra vez, tomamos bus de noche porque nos esperaban 6 horas de viaje, así que nos despedimos de nuestra anfitriona y partimos hacia nuestro encuentro con el EJE CAFETERO.
Con Don Elias en su finca


Llegamos a Armenia y allí en el terminal mismo salían las “busetas” para Salento (otra horita más de viaje) así que tomamos una que nos dejo cerca de las 7 am en el destino. Imagínense, pueblo de 2500 habitantes, un domingo a las 7 de la mañana… jajaja quien puede andar en la calle?? Nadie más que nosotros. La idea con la que veníamos era, visitar una finca donde estuviéramos en contacto con todo el proceso y elaboración del Café y si era posible, instalarnos algunos días a trabajar allí como para hacer una experiencia distinta; y por otro lado descansar un poco de la gran ciudad y ver los buenos paisajes del Valle de Cocora. Ya estaba hablado con mi compañero que si teníamos la oportunidad de hacer algún trabajo a cambio de hospedaje o comida así seria. Así fue que dimos vueltas por el pueblo preguntando en las posadas si había algún trabajito para hacer y nada!! Los últimos cartuchos que nos quedaban era ir a las fincas que estaban más alejadas de la ciudad y preguntar. Dejamos nuestros bolsos en “plantation house” (hostel finca de la ciudad que amablemente se ofreció a cuidar de ellos para poder caminar livianos) y emprendimos la caminata; así fue que pasamos varias fincas sin conseguir nada hasta que llegamos a FINCA LAS BRISAS donde un señor mayor que explotaba junto a su familia 4 hectáreas de plantación genuina y orgánica de Café nos recibió muy amablemente. Este señor era Don Elías, el propietario quien nos manifestó que trabajo no había para hacer, pero si podía darnos un recorrido guiado a un precio sumamente barato ($20) que duraba alrededor de 1 hora. Así empezamos todo el proceso desde que se siembra la semilla hasta que el café llega a nuestra boca. De hecho el recorrido terminaba con un rico café molido por nosotros mismos así que mejor no podía ser… no podía ser?? Claro que podía ser mejor. Resulta que mientras estábamos haciendo el recorrido, llego gente de una productora de TV a hacerle una entrevista a Don Elías para el programa regional “Andanzas – con el Mono Cabuya Y Pedro Jetas”. Eso no era nada, el tema estaba en que entre toma y toma de grabación, nos hicimos amigos de todo el staff y ya quisieron probar el mate argentino y entre mate y mate nos preguntaron si íbamos para el pueblo, ya que ellos nos podían llevar. Obvio que dijimos que si, si no nos daban mas los pies de tanto caminar jaja!! Pero el “problema” era que ellos debían hacer otras tomas en una finca que estaba mas adelante (finca el recuerdo) y que no solo había café, sino tomates, cebollas, plátano criollo, lolo, y demás… ¿problema? Problema para ellos, para nosotros era una bendición increíble ya que pudimos conocer más de lo que pensábamos y compartir más de lo que creíamos que iba a ser. Luego de todo el paseo nos regresaron al pueblo, buscamos las maletas y comenzamos a buscar donde alojarnos. A último momento, ya casi haciendo la reserva en un hostal, Diego recordó que había un Hostel que estaba cerrado cuando pasamos temprano y decidió ir a ver si había abierto. Yo me quede sentado en la esquina con los bolsos y al cabo de 15 minutos viene caminando con un señor. Y ahora… ¿Qué paso dije yo? Resulta ser que este señor era Fernando, el propietario del HOSTEL “LA CASONA VELEZ”, y venia a ofrecernos alojamiento por el tiempo que quisiéramos a cambio de algunos trabajitos de pintura, jardinería y cosas así. Hasta ahora el viaje venia muy cómodo, pagando hoteles, viajando en buses de primera y comiendo en los mejores lugares; queríamos saber como era trabajar por la habitación, por la comida (aunque en Margarita algo habíamos hecho) y sobre todo aprender como vive la gente, como piensa cotidianamente y esto era justo lo que necesitábamos. Nos instalamos inmediatamente en nuestras carpas (gracias a Dios bajo techo porque llueve todos los días por la tarde) y empezamos pintando dos habitaciones los primeros dos días por la tarde, aprovechando las mañanas para recorrer el pueblo. Habiendo matado el pájaro de conocer una Finca Cafetera, solo teníamos por ir a Cocora, por lo que el tercer dia empezamos a ordenar un poquito el jardín, mientras Fernando nos preparaba un rico “pollo sudado” (una especie de estofado de pollo con papas y cebolla, que acompañamos con aguacate y agua panela con arequipe). Ya en el cuarto día en Salento pedimos prestadas unas bicicletas que Fernando alquila a los huéspedes regulares y nos fuimos a pedalear bien temprano por el Valle de Cocora, a conocer la PALMA DE CERA – El árbol Nacional de Colombia. Pedaleamos durante 2 horas en subida (9 km.) para llegar al ingreso del parque y vimos que el sendero interno solo se podía transitar a pie o a caballo; como caminar ya no teníamos ganas tomamos dos caballos que nos rentaron por $C 22000 ($85) y cabalgamos una hora y media con “mono” (mi caballo), “cristal” (el caballo de diego) y Edilson el guía. El regreso al pueblo por suerte era en bajada ya que se acercaba el mediodía y la lluvia empezaría a apretar muy pronto, así que le “metimos pata” y en 40 minutos estábamos en la ciudad. Lo demás fue descansar, hacer algunos trabajitos de jardinería en el hostel y preparar lo que seguía de nuestro viaje. El momento destacado fue la ultima noche, que llegaron cuatro españoles y un francés que se prendieron a la idea de hacer un asado así que rápidamente compramos las cosas y nos mandamos una carne a la parrilla con ensalada y papas fritas que la verdad ya se extrañaba. Obvio que la carne no es como la de allá (por lo menos la de vaca, la de cerdo zafaba con un buen chimichurri) y faltaba el toque digestivo del Fernet, pero la pasamos bien compartiendo una mesa internacional. De aquí ya nos vamos para Armenia nuevamente para tomar el bus a Bogotá, hemos pasado unos días magníficos, compartido experiencias con la gente del lugar y aprendido mucho sobre la región. Ha sido muy bueno acampar también, la experiencia de la carpa bajo el sonido de la lluvia pegando en la chapa y sin horarios para levantarse fue realmente buena. La próxima entrada representara lo último de Colombia, Bogotá y Cali para pasar luego a Ecuador. Gracias por leer y compartir esta nota, espero sus comentarios, hasta la próxima.
El dato:
Como me he extendido bastante en el relato, no voy a hacer acotaciones extras; pero si quería contarles que nos sorprendió la cantidad de militares que vimos ni bien llegamos a Salento. Luego, preguntando el porqué, nos comentaban que aquí, como en cualquier ciudad andina de Colombia, el Gobierno pone soldados por la presencia de la GUERRILLA. Fernando nos contaba que muy cerca de aquí hay asentamientos que ocasionalmente bajan a la ciudad pero nadie puede identificar quienes son; claaaaaro no van a andar con una camisa que diga “yo soy FARC”. Entonces el mensaje es ese… Decirle a la guerrilla que por mas que se camufle, acá esta la milicia y que se están moviendo para acabarlos. El punto es que de eso aquí nadie habla, prácticamente lo dan como un tema terminado y si quedan vestigios de ese tipo de violencia, todos prefieren no darle fama.
 
 
 

2 comentarios:

  1. cuando vuelvas filma con tu compañero la nueva version del "buscavidas" , la serie original fue con brandoni y patricio contreras....me delate la edad jajaja (seguro que vos ni la conociste, buscala en youtube). marcelo

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  2. Vos ya sabes que lo mio es de Resistire para adelanche chelitooooo jajaja!!! igual la he visto en canal volver!

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