La Historia
Medellin - Colombia
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Llegamos a Armenia y allí en el terminal mismo
salían las “busetas” para Salento (otra horita más de viaje) así que tomamos
una que nos dejo cerca de las 7 am en el destino. Imagínense, pueblo de 2500
habitantes, un domingo a las 7 de la mañana… jajaja quien puede andar en la
calle?? Nadie más que nosotros. La idea con la que veníamos era, visitar una
finca donde estuviéramos en contacto con todo el proceso y elaboración del Café
y si era posible, instalarnos algunos días a trabajar allí como para hacer una
experiencia distinta; y por otro lado descansar un poco de la gran ciudad y ver
los buenos paisajes del Valle de Cocora. Ya estaba hablado con mi compañero que
si teníamos la oportunidad de hacer algún trabajo a cambio de hospedaje o
comida así seria. Así fue que dimos vueltas por el pueblo preguntando en las
posadas si había algún trabajito para hacer y nada!! Los últimos cartuchos que
nos quedaban era ir a las fincas que estaban más alejadas de la ciudad y
preguntar. Dejamos nuestros bolsos en “plantation house” (hostel finca de la
ciudad que amablemente se ofreció a cuidar de ellos para poder caminar livianos)
y emprendimos la caminata; así fue que pasamos varias fincas sin conseguir nada
hasta que llegamos a FINCA LAS BRISAS
donde un señor mayor que explotaba junto a su familia 4 hectáreas de plantación
genuina y orgánica de Café nos recibió muy amablemente. Este señor era Don Elías,
el propietario quien nos manifestó que trabajo no había para hacer, pero si
podía darnos un recorrido guiado a un precio sumamente barato ($20) que duraba
alrededor de 1 hora. Así empezamos todo el proceso desde que se siembra la
semilla hasta que el café llega a nuestra boca. De hecho el recorrido terminaba
con un rico café molido por nosotros mismos así que mejor no podía ser… no
podía ser?? Claro que podía ser mejor. Resulta que mientras estábamos haciendo
el recorrido, llego gente de una productora de TV a hacerle una entrevista a
Don Elías para el programa regional “Andanzas – con el Mono Cabuya Y Pedro
Jetas”. Eso no era nada, el tema estaba en que entre toma y toma de grabación,
nos hicimos amigos de todo el staff y ya quisieron probar el mate argentino y
entre mate y mate nos preguntaron si íbamos para el pueblo, ya que ellos nos
podían llevar. Obvio que dijimos que si, si no nos daban mas los pies de tanto
caminar jaja!! Pero el “problema” era que ellos debían hacer otras tomas en una
finca que estaba mas adelante (finca el recuerdo) y que no solo había café,
sino tomates, cebollas, plátano criollo, lolo, y demás… ¿problema? Problema
para ellos, para nosotros era una bendición increíble ya que pudimos conocer más
de lo que pensábamos y compartir más de lo que creíamos que iba a ser. Luego de
todo el paseo nos regresaron al pueblo, buscamos las maletas y comenzamos a
buscar donde alojarnos. A último momento, ya casi haciendo la reserva en un
hostal, Diego recordó que había un Hostel que estaba cerrado cuando pasamos
temprano y decidió ir a ver si había abierto. Yo me quede sentado en la esquina
con los bolsos y al cabo de 15 minutos viene caminando con un señor. Y ahora…
¿Qué paso dije yo? Resulta ser que este señor era Fernando, el propietario del
HOSTEL “LA CASONA VELEZ”, y venia a ofrecernos alojamiento por el tiempo que
quisiéramos a cambio de algunos trabajitos de pintura, jardinería y cosas así.
Hasta ahora el viaje venia muy cómodo, pagando hoteles, viajando en buses de
primera y comiendo en los mejores lugares; queríamos saber como era trabajar
por la habitación, por la comida (aunque en Margarita algo habíamos hecho) y
sobre todo aprender como vive la gente, como piensa cotidianamente y esto era
justo lo que necesitábamos. Nos instalamos inmediatamente en nuestras carpas
(gracias a Dios bajo techo porque llueve todos los días por la tarde) y empezamos
pintando dos habitaciones los primeros dos días por la tarde, aprovechando las
mañanas para recorrer el pueblo. Habiendo matado el pájaro de conocer una Finca
Cafetera, solo teníamos por ir a Cocora, por lo que el tercer dia empezamos a
ordenar un poquito el jardín, mientras Fernando nos preparaba un rico “pollo
sudado” (una especie de estofado de pollo con papas y cebolla, que acompañamos
con aguacate y agua panela con arequipe). Ya en el cuarto día en Salento
pedimos prestadas unas bicicletas que Fernando alquila a los huéspedes
regulares y nos fuimos a pedalear bien temprano por el Valle de Cocora, a
conocer la PALMA DE CERA – El árbol Nacional de Colombia. Pedaleamos durante 2
horas en subida (9 km.) para llegar al ingreso del parque y vimos que el
sendero interno solo se podía transitar a pie o a caballo; como caminar ya no
teníamos ganas tomamos dos caballos que nos rentaron por $C 22000 ($85) y
cabalgamos una hora y media con “mono” (mi caballo), “cristal” (el caballo de
diego) y Edilson el guía. El regreso al pueblo por suerte era en
bajada ya que se acercaba el mediodía y la lluvia empezaría a apretar muy
pronto, así que le “metimos pata” y en 40 minutos estábamos en la ciudad. Lo
demás fue descansar, hacer algunos trabajitos de jardinería en el hostel y
preparar lo que seguía de nuestro viaje. El momento destacado fue la ultima
noche, que llegaron cuatro españoles y un francés que se prendieron a la idea
de hacer un asado así que rápidamente compramos las cosas y nos mandamos una
carne a la parrilla con ensalada y papas fritas que la verdad ya se extrañaba.
Obvio que la carne no es como la de allá (por lo menos la de vaca, la de cerdo
zafaba con un buen chimichurri) y faltaba el toque digestivo del Fernet, pero
la pasamos bien compartiendo una mesa internacional. De aquí ya nos vamos para
Armenia nuevamente para tomar el bus a Bogotá, hemos pasado unos días
magníficos, compartido experiencias con la gente del lugar y aprendido mucho
sobre la región. Ha sido muy bueno acampar también, la experiencia de la carpa
bajo el sonido de la lluvia pegando en la chapa y sin horarios para levantarse
fue realmente buena. La próxima entrada representara lo último de Colombia,
Bogotá y Cali para pasar luego a Ecuador. Gracias por leer y compartir esta
nota, espero sus comentarios, hasta la próxima.
El dato:
Como me he extendido bastante en el relato, no
voy a hacer acotaciones extras; pero si quería contarles que nos sorprendió la
cantidad de militares que vimos ni bien llegamos a Salento. Luego, preguntando
el porqué, nos comentaban que aquí, como en cualquier ciudad andina de
Colombia, el Gobierno pone soldados por la presencia de la GUERRILLA. Fernando
nos contaba que muy cerca de aquí hay asentamientos que ocasionalmente bajan a
la ciudad pero nadie puede identificar quienes son; claaaaaro no van a andar
con una camisa que diga “yo soy FARC”. Entonces el mensaje es ese… Decirle a la
guerrilla que por mas que se camufle, acá esta la milicia y que se están
moviendo para acabarlos. El punto es que de eso aquí nadie habla, prácticamente
lo dan como un tema terminado y si quedan vestigios de ese tipo de violencia,
todos prefieren no darle fama.
cuando vuelvas filma con tu compañero la nueva version del "buscavidas" , la serie original fue con brandoni y patricio contreras....me delate la edad jajaja (seguro que vos ni la conociste, buscala en youtube). marcelo
ResponderEliminarVos ya sabes que lo mio es de Resistire para adelanche chelitooooo jajaja!!! igual la he visto en canal volver!
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