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lunes, 30 de diciembre de 2013

No voy en tren ni voy en avion... Barco hacia Iquitos, Iquitos y Santa Rosa (frontera con brasil)


LA HISTORIA

Buenas para todos/as, en la entrada anterior termine de contarles como había sido el cruce de frontera hasta llegar a Yurimaguas para tomar el barco. Bien, ahora tocaba embarcar ya que era la única forma de llegar a Iquitos (salvo por avión pero eso es mas caro). En la tarde de domingo (día que llegamos a Yurimaguas) fuimos directamente al puerto y preguntamos cuando saldría algún barco; había dos en el puerto… ambos supuestamente “saldrían al día siguiente”. Uno nos cobraba 75 soles y el otro 100 soles (algo así como $220 y $300 respectivamente). El capitán del primero nos aseguro que saldría a primeras horas del día siguiente así que ante el ahorro de dinero pensábamos viajar en ese, así que nos fuimos a un hostel a pasar la noche y de paso compramos todos los víveres como les comente en la entrada anterior. Al día siguiente amanecimos con la intención de ir al puerto para no perder el barco, pero ¡oh vaya sorpresa! El barco ya no estaba… resulta que preguntando nos dijeron que había zarpado la misma noche, así que no nos quedo mas que irnos con el M/F BRUNO de “transporte Eduardo”.
Puerto de Yurimaguas mientras cargaban el barco
Ya arrancaba movidita la semana y eso era solo el principio! Embarcamos cerca de las 7 a.m. y mientras esperaba la partida al “mediodía” me puse a observar como cargaban el barco; ¿con autoelevadores? Mmmm no lo creo… es impresionante ver como estos tipos cargan de a dos bolsas de maíz de 50 kgs. cada una para dar un ejemplo, porque también subían sal, harina, papayas, huevos, cal, pollos vivos, cerdos, motos, autos, azúcar, zapatos y muchas cosas mas y nosotros viajando en la cubierta jajá. La verdad yo no podía creer la precariedad con la que se maneja todo este “sistema de puerto”, en medio de una suciedad insana para todos, lo que me llevo a reflexionar mucho sobre el porque de la vida de esta manera. En fin llego el mediodía y como bien les dije que la cosa se pondría peor, el capitán el barco empezó a informar que aun faltaba carga y pasajeros por subir (es que hasta que no llena no sale) así que PARTIRIAMOS AL DIA SIGUIENTE!! Nos queríamos morir con Diego, era un poco desesperante saber que no había nada por hacer solo acostarse en la hamaca y esperar. En algunas ocasiones podíamos charlar, pero muy poco porque la gente era muy cerrada… nos veían medios blanquitos y se habran pensado que veníamos a robarles el oro como en la colonización o algo así! El hecho es que desde que entramos a Perú la gente es bastante reacia de poca charla y como que siempre esta enojada con uno. Se hicieron las 17 hs. y nos dieron la “cena”… el plato lleno de arroz con una cucharada de arvejas, y pedazo de yuca y una minúscula porción de pollo condimentada que daba miedo probar. Era lo único que había así que comimos (aunque no deberíamos haberlo hecho ya les voy a decir porque). Por fin al día siguiente después del mediodía SaLiMoSssss!!! Después de 30 hs. de espera. Por más que tuviéramos 2 días de viaje por delante, lo importante es zarpar porque por lo menos uno se distrae viendo el paisaje de pura selva. Sobre el BARCO voy a decir lo siguiente:

·         Tiene 3 baños donde operan sobre el mismo lugar 3 duchas. El agua tanto del inodoro como de la ducha y de los lavatorios es agua del propio rio y los desechos se botan nuevamente a este… bien ecológico no?

·         Los niños que se pasean corriendo entre las hamacas, gritando y jugando, otros llorando y así transcurre el viaje.

·         En contadas ocasiones había electricidad en el barco por lo tanto solo se prendían las luces de noche y nada mas; es difícil encontrar un enchufe si uno quiere cargar su celular, laptop y demás.

·         Cuando cae la noche, al igual que cuando llueve se bajan unas lonas laterales para protección y para que no pase la luz.

·         El piso estaba relativamente limpio, ya que cada tanto pasaban con una escoba barriendo.

·         Habremos sido 200 personas las que viajábamos en 2 pisos, mayormente en el de abajo. En el de arriba había pocas hamacas. Debajo nuestro estaba el deposito donde estaba la carga de todo lo que le comente antes y algunas bodegas también de carga.

·         La comida no es buena como uno espera; todo esta condimentado con cilantro (el cual detesto) y lo peor es que se cocina con el agua del mismo rio!! Si, así es… succionan agua con una bomba que usan para hervir, cocinar y demás. Por esto les dije que no deberíamos haber comido; para el que esta acostumbrado esto no le hace efecto, pero para nosotros este cumulo de bacterias puede ser letal jajá! A mí gracias a Dios no me ha afectado mucho, a Diego lo ha mandado al baño un par de veces.

·         Durante el recorrido se va parando en aldeas donde suben y bajan pasajeros como así también algo de carga. De todos modos son paradas cortas de 15 o 20 minutos, lo que le da tiempo a los vendedores ambulantes a subir al barco y ofrecer algunas frutas y alimentos.

Mi habitacion... podran ver todas las que hay al lado
Así fue desde el martes al mediodía hasta el jueves también al mediodía. Ya en el día jueves entraríamos al verdadero rio Amazonas, unas horas antes de llegar a Iquitos donde se junta el Rio Marañón con el Rio Ucayali. Como esto seria prácticamente de madrugada, puse la alarma temprano y me levante para poder ver la confluencia de semejantes caudales y de paso tomar algunas fotografías del amanecer que no tuvieron ningún desperdicio.


El atardecer desde el barco
Llegamos a Iquitos con muchas dudas sobre la ciudad, con todos los mitos amazónicos y selváticos dando vueltas (de mosquitos, calor, vegetación y todo eso) y nos tomamos una moto taxi que nos llevo hasta la plaza de armas donde buscaríamos un hostel. Para sorpresa nuestra, la ciudad es muy urbana, con hoteles importantes, restaurantes, casinos tragamonedas, cadenas de electrodomésticos, bancos y demás. Lo primero que hicimos fue ir a PROMPERU (la agencia de información turística) donde obtuvimos algunos mapas y consejos sobre como recorrer lo que teníamos pensado y de ahí nos fuimos a ARI´S a calmar nuestra necesidad de alimentarnos como corresponde (con una coca de vidrio, la mas rica que haya probado). Luego nos instalamos en “LA CASA DEL FRANCES” a media cuadra de la plaza de armas por 15 soles ($45) teníamos habitación de a 4 pero que nunca compartimos (salvo dos noches con un tailandés), baño, wifi (aunque no andaba muy bien ya que en Iquitos la banda ancha todavía no existe) y cocina disponible aunque teníamos que cuidarnos de dejar algo sobre la mesada porque había un pequeño roedor suelto que era un tanto ladrón. Todo ese jueves fue de puro relax ya que veníamos al borde con la salud después de haber comido tanta comida cocinada con agua de rio y el viaje había sido un poco cansador. También aprovechamos para tomarnos el tiempo para averiguar que tipo de excursiones convenía hacer para conocer la selva que mas abajo vos a contar en un punto especia porque puede ser de utilidad para otros viajeros.


Los autos de Iquitos :S
El viernes hicimos una especie de City Tour casera, aprovechamos para buscar un banco (conseguimos sacar dinero con american express en un cajero de Global Net) y solucionar nuestro problema de plástico que comente en la entrada anterior y recorrer lugares como la plaza de armas, la casa de fierro (diseñada por gustave Eiffel) el malecón (así le llaman a lo que nosotros conocemos por costanera) el mercado de belén y algunas cositas mas. Al día siguiente fuimos al Quistococha, una especie de zoológico de la selva, donde pudimos estar en contacto con la flora y fauna de la zona, incluso tomarnos una fotografía con una anaconda, ver a los paiches (pez mas grande de agua dulce), los bufeos colorados y grises (delfines de agua dulce que habían en el rio amazonas) entre otros; allí también hay una linda playa para poder bañarse y pasar el día y algunos restaurantes típicos donde almorzamos LAGARTO CON TACACHO (tacacho es plátano verde pisado con aceite, lo que forma una masa que luego se hace una especie de albóndiga que se frita) y JUGO DE CAMU CAMU (fruto rojo cítrico parecido a una ciruela). De ahí fuimos al CREA una reserva de Manatíes donde pudimos conocer esta especie de mamíferos y alimentarlos. Ambos lugares tienen costo para ingresar pero es sumamente bajo, prácticamente una contribución. Al día siguiente tocaba ir a conocer el puerto y el “fundo pedrito”. Nos levantamos temprano y tomamos el bus hasta Bellavista Nanay donde hay una especie de feria con comidas tradicionales (que ni probamos porque ya le teníamos miedo a toda la comida peruana) y desde allí tomamos un peke peke (bote colectivo de 3 soles), que es una pequeña barca de madera con techo de hojas secas que nos llevo hasta el fundo en el Barrio Florido, navegando por el Rio Nanay. La verdad que no tenia nada de raro, solo vimos como distinto una piscina con pirañas que pudimos alimentar, y también pudimos observar las victorias regias la planta acuática mas grande del mundo (que puede soportar hasta 40 kgs. sobre sus hojas).


Mercado de Belen en Iquitos
Los dos días siguientes no tuvieron mucha movida, yo aproveche para adelantar un poco el blog, para ver si podía pedir el reintegro de las Retenciones de AFIP (pero el internet era tan malo que ni la página me abría), caminar por la ciudad y nada más. A la selva no podíamos ir porque no nos daban los días para hacer lo que realmente queríamos (mas abajo cuento) así fue que llego el martes 24 de diciembre, en plena víspera de navidad; nos fuimos al puerto a averiguar cuando salía algún barco para Santa Rosa (frontera con Colombia y Brasil); había varias posibilidades para viajar pero todas se resumían en llegar lo antes posible a Manaos porque no queríamos pasar Año Nuevo sobre un barco. En fin, hacia la frontera van los barcos rápidos que demoran 10 horas y cuestan 200 soles ($600) aunque incluye el desayuno porque sale a las 5 a.m. y el almuerzo. Esa era una opción porque había una que salía el 25, lo que nos iba a permitir pasar navidad en el hostel con los amigos españoles que allí se estaban alojando. La otra opción era conseguir un barco lento, que por 70 soles (210 pesos) en 36 horas estaba en la frontera. La desventaja es que nadie sabe cuando salen estos barcos lentos (IMPORTANTE: no confiar en lo que dice la oficina de turismo!!!), así que nos fuimos al puerto “masusa”, allí no había noticias de que saliera alguno hasta el sábado, de ahí nos fuimos al puerto “productores” naaaaaaada tampoco y por ultimo al puerto “don José”… Allí si había uno!! Que, estaban cargando el BARCO DE LUCHO. Hablamos con el capitán y nos dijo que saldría ese mismo 24 a las 19 horas; uuuuuyy que dilema! Perder esa oportunidad de viajar por pasar noche buena en tierra??? No sabíamos cuando seria el próximo barco, así que evaluamos la situación y decidimos embarcarnos rogando a Dios que no pasara lo que en Yurimaguas y realmente saliera ese mismo día. Esta vez más precavidos, fuimos al súper a comprar agua, frutas, algo de pan y mermelada para viajar mas preparados y nos fuimos para el barco.


Con la anaconda Rosita
Como si fuera regalo navideño a las 19 el barco prendió motores y zarpo!! Nosotros saltábamos de alegría. ¿Cómo fue recibir navidad en el barco? Cerca de las 21 nos sentamos con Diego a comer nuestro arroz con atún que habíamos preparado (porque no íbamos a comer la comida del barco), había muy poca gente en todo el barco y nada de clima festivo; sacamos 2 sillas a la cubierta y solo nos dedicamos a mirar el cielo. Para ese entonces la noche estaba totalmente despejada y en el momento menos pensado apareció una luna imponente que le dio el broche a la noche. Y allí estábamos en el medio del Amazonas, a las 22 hs. (cuando era la medianoche en Argentina) hice eco de un poco de nostalgia y prendí una bengala de 40 luces que había comprado en el centro de Iquitos por 4 soles como para imprimirte un toque navideño al viaje jajá y solo restaba esperar hasta las 12 hora local como para el tradicional saludo mirar las estrellas como le había prometido a Vero que haríamos al mismo tiempo. Al día siguiente no cambio mucho la cosa; fue un momento muy agradable, de paz, soledad y silencio que me permitió pensar muchas cosas, buscar algunas conclusiones y también sentir el verdadero significado de la navidad.


Cena Navideña en el barco de lucho
No puedo negar que se extraño un poco la cena familiar, los saludos, los amigos, los regalos y todo ese circo pero eso lo vengo haciendo hace 25 años; no pasa nada por cambiar una vez. El jueves 26 a primeras horas de la mañana llegamos a Santa Rosa para hacer nuestro sellado y empezar el tan ansiado cruce de frontera… pero eso se los cuento la próxima con Manaos incluido. Gracias a todos los que se toman el tiempo de leer y comentar. Un abrazo muy grande.

 

EL TOUR POR LA SELVA: Como les dije arriba, este tema merece unas líneas de atención ya que todos llegamos a Iquitos con la intención de adentrarnos en la selva primaria. Según pudimos ver, hay dos formas de hacer turismo en la selva de Iquitos; por un lado están los típicos tours que pueden demorar 1, 2, 3 o hasta 4 días y que le ofrecen a uno en la plaza de armas a montones! Hasta resultar un tanto molestos porque los operadores de las agencias te siguen a todas partes y te hablan de que son los mejores y prometen todo tipo de experiencias y demás. En la mayoría de estos recorridos se incluyen atractivos que uno puede hacer por su cuenta (como el fundo pedrito, quistococha, comunidades boras y yaguas y algunas cosas mas) y por ende es mucho mas económico hacerlo uno mismo. La otra forma de explorar (que es la que yo quería hacer) es contactar con un guía directamente o con una agencia que tenga acceso a la Reserva Pacaya Samiria que solo son 3 las empresas que van si no tengo entendido mal. Eso es aventura pura, meterse a la selva con una carpa un machete y una linterna y explorar durante varios días. Nosotros contactamos con un guía (Juan Carlos paya o algo así) nativo de la selva que nos recomendaron otros viajeros que conocimos; este nos ofreció llevarnos a la reserva durante 6 días, pasar navidad en su casa en la selva y con su flia. y cobrarnos por 4 días la suma de 400 soles (algo así como $1200) un número importante como para pensar bien que se va a hacer. De todos modos el problema estaba en que de tomar esta opción no llegaríamos con los días para tomar el barco a la frontera y se nos retrasaría el cruce y por ende la llegada a Manaos, no era una alternativa viable así que solo hicimos los recorridos  por nuestra cuenta que creímos que valían la pena y nos quedamos con las ganas de un poco mas de aventura pero bueno… valió la pena. Por lo tanto recomiendo al viajero que este en busca de selva pura y de animales en su hábitat natural que evalúe esta ultima alternativa porque es la mejor.

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