LA HISTORIA
Ya estábamos con un pie afuera de Perú!! Como les termine de
contar en la entrada anterior, estábamos para cruzar a Brasil y como todo cruce
de frontera no pueden faltar las típicas corridas o problemas cambiarios o algo
de eso. Fuimos al puesto de la policía federal peruana para que nos autorizara
a pasar por migraciones e inmediatamente fuimos allí. Aun con cara de dormido y
de pocos amigos, el oficial de migraciones peruano nos sello el pasaporte y
tomamos el Peke Peke que nos esperaba para llevarnos a Tabatinga. Esto solo
duro 10 minutos y ya estábamos en Brasil. Podrán decir que soy paranoico y no
se cuantas cosas mas, pero el solo hecho de cruzar un rio y pisar otro país ya
marca la diferencia; ejemplo claro de ello era el asfalto de las calles, o las
antenas de celulares o la limpieza, incluso hasta había semaforooooos! Si
imagínense lo que era Santa Rosa (y el resto de Perú) como para que me
sorprenda ver un semáforo. En fin, el próximo paso seria averiguar cuando
saldría el barco a Manaos; con la esperanza de que fuera en los próximos días
cuanto antes mejor para no perder tiempo en la frontera sin hacer nada. Nos
fuimos hasta el terminal portuario (otra diferencia, hay terminal portuario con
asientos y televisión en la sala de espera con una organización envidiable) a
preguntar que novedades habría de algún barco, pensándonos de que seria como en
Perú que nos dirían un día y saldría a cualquier otro (le estoy dando muy duro
a Perú no? Jajá) y aquí empezaron las sorpresas (de las buenas y de las no tan buenas)
la primera fue que en 2 horas zarpaba uno! Y la mala era que el costo estaba en
200 Reales (contra los 120 que nosotros pensábamos). Por un lado feliz de no
tener que esperar y por otro con algunas dudas de saber si íbamos a resistir 3 días
más en barco en las condiciones como las que habíamos viajado (repito… pensando
que todavía seguíamos en Perú). Decidimos embarcar pero antes tendríamos que ir
a sellar nuestro pase a Brasil, obvio que no teníamos ni un real para movernos
y no podíamos demorar porque el barco SE NOS IBA. Le metimos pata y logramos
sellar pero el problema es que no teníamos dinero para pagar el barco! ¿Y
ahora… donde cambiamos? Preguntamos y todos nos hacían volver hasta el puerto y
caminando no llegábamos a tomar el barco, así que yo me quede con las maletas y
me fui caminando al barco y diego se fue en un moto taxi a cambiar; por suerte
pudo conseguir ya que de eso dependía que saliéramos o nos tocara esperar hasta el sabado para seguir viaje. Hicimos el
check in una hora antes (si, check in!) y comenzamos a caminar hacia el barco.
Cambio de camisetas en el barco a Manaos |
1-
Limpieza total en lugares públicos como baños,
lavatorios, pasillos y cubierta.
2-
Tiene un plasma en el sector de hamacas y una
sala de esparcimiento arriba ya que cuenta con una antena satelital donde ponen
el noticiero por las noches o alguna novela local.
3-
De lo que temíamos era de la comida… déjenme
decirles que fue un orgullo comer en ese barco; con solo decirles que había
agua potable fría las 24 horas y en las comidas había jugo libre! Las comidas
siempre con su respectivo arroz pero siempre abundantes y te podías servir
todas las veces que quieras. El barco tenía una sala para sentarse a comer y
aire acondicionado y ellos proveían los platos. También había café y agua
caliente libre las 24 horas.
4-
En el segundo piso hay un bar donde venden
hamburguesas, panchos, gaseosas frías y miles de cosas más; con la música todo
el tiempo.
5-
También hay una “sala de oración” donde todas
las noches se hacen reuniones cristianas donde se lee la biblia y se hace una
oración. Estas reuniones eran anunciadas por los parlantes dispuestos en todo
el barco por el capitán quien también por la mañana hacia una reflexión sobre
vivir con alegría, sobre cuestiones de la vida y cosas así acompañando siempre
por una lectura de la biblia.
6-
Hay un SALON DE BELLEZA!! Naaaaaaa increíble no?
Jajá de cocinar con agua del rio en los otros barcos a esto… estábamos en el
paraíso, sentíamos que podríamos haber viajado por años así.
7-
También había una sala te atención medica y un
doctor a bordo.
8-
Los lavatorios tenían jabón en gel para lavarse
las manos y esponjas con detergente para lavar los platos en caso de que
alguien quisiera comer en su tapper o incluso lavar algo de ropa.
Aquí me rencontré con una vieja conocida… la Farinha!! Yuca
rayada y saltada en el sartén. Y así fueron los 3 días de viaje. Nos hicimos de
unos buenos amigos que nos acompañarían en nuestra incursión por Manaos; ellos
eran Narciso, Jorge (ambos de Colombia) con quien cambie camisetas de nuestras
respectivas selecciones, Thomas (Alemania y residente en Colombia), Sebastián
(Uruguayo) y su novia Bárbara (Galicia) y el ecuatoriano que nunca le supe el
nombre. Fuimos haciendo algunas paradas en el camino, donde algunos aconsejaban
tener cuidado con las maletas (no tanto por el robo sino que nadie metiera
alguna “sustancia extraña” para zafarse de algún embrollo) y también cuidar el
espacio porque podían montar la hamaca arriba de uno sin preocupación. Cuando
menos nos dimos cuenta, entre charlas, canciones y tocadas de ukelele con Jorge, era domingo 29 de Diciembre y estábamos en el puerto de
Manaos luego de pasar el encuentro de las aguas del Rio Negro con el Rio
Amazonas.
Rápidamente notamos que todo estaba mas caro de lo que estábamos
acostumbrados en Perú, caminamos un poco hasta llegar a un Hostel que figuraba
en Internet y allí quedamos… Hostel for US nos dio cama, cocina, desayuno y
wifi por R$28 (algo como $120 la noche). Era el mediodía y para aprovechar el
inmenso calor, es que nos fuimos a comer a la feria de los domingos en plena
calle central (una comida no baja de 10 reales ---> $40, una locura en
comparación con lo que veníamos pagando por comida) y de ahí derechito a “PRAIA PONTA NEGRA”. Esta es una playa artificial que le costó
algún dinerito hacer al municipio, sobre el Rio Negro, es sorprendente ver como
si fuera el mar pero sin la fastidiosa agua saladaaaa grrrrrr que se te pega al
cuerpo! Me enamore de ese lugar y más cuando me metí al agua de 28 grados que
prácticamente quemaba. Pasamos un lindo atardecer, tomando algunas fotos y
caminando por la playa. El bus que nos llevo (línea 120) cuesta R$2.75 (casi
$11, demasiado caro para ser el transporte publico). Al segundo día, con Diego
fuimos a recorrer un poco la ciudad para así visitar el Teatro Amazonas, el
Palacio de Justicia y algunos lugares más, símbolos representativos de la época
de “LA FIEBRE DEL CAUCHO”.
En
cuanto a la ciudad, me sorprendió un poco la falta de limpieza en sus calles y
el deterioro de los edificios, con sus fachadas todas pintadas con grafitis y
eso… bastante raro considerando que será una de las sedes del mundial 2014 de
futbol. Respecto de eso, al día siguiente (31/12) aproveche la cercanía del
Rodoviario donde saque mi pasaje para Boa Vista del Estadio de Futbol para
hacer algunas fotos aunque sea desde afuera y ver su imponente construcción, la
que no pudimos admirar desde adentro ya que todavía se encuentra en
construcción. Y ya se nos venia ultima noche del año che!… averiguamos como era
la movida en el hostel; la costumbre (por lo general en muchos lados de Brasil)
es cenar temprano y partir rumbo a alguna playa o espacio común donde todos
reciben el año juntos. Aquí no era la excepción, Luana, la propietaria del
hostel nos agasajó con un banquete de Pata de Cerdo al horno con macarrones,
arroz, ensalada rusa y Farinha con pasas que compartimos con todos los chicos
que allí estaban alojados (junto a Marcos Passos, nuestro amigo paulista que
estaba trabajando en el hostel) y cerca de las 22:00 nos tomamos un bus a Ponta
Negra, allí seria la congregación de la ciudadanía jajá. Fue realmente
increíble, tanta gente en la playa, con un escenario central montado donde
había espectáculos musicales como el de Diogo Noguera (un pancho que ni se movía
en el escenario y la gente se le tiraba encima, increíble) y sobre el agua una
cantidad abismal de yates y barcos alquilados que se ponían cerca de la costa
para esperar el show de fuegos artificiales que tiraban desde una plataforma en
el medio del rio.
Bueno lo demás es conocido, llego la cuenta regresiva y se
largo el espectáculo de fuegos y saludos y demás para seguir con más zambas
sobre el escenario. Aguantamos como hasta las 3 A.M. y nos fuimos a tomar el
bus de regreso al hostel. Al llegar, los chicos se quedaron tirados en el
sillón de la planta baja porque el barco que iban a tomar para Belem salía a
las 7 y no querían pagar otra noche; yo me fui a mi camita a descansar hasta
que los chicos me despertaron para la despedida. Aquí comenzaba mi viaje solo
ya que Diego y los demás se iban para la costa atlántica así que estrechamos
abrazos y los mejores deseos y yo me fui a desayunar para no perder ese
beneficio J y
me fui a dormir nuevamente total mi bus a Boa Vista salía a las 18 del día
primero.
Pero la dejo ahí, porque lo que se viene es otro cruce de frontera y
como tal es siempre divertido de contar; créanme que este ha sido el mas loco
de todos… será en la próxima y ya una de las ultimas, gracias a todos por leer
y comentar.
Atardecer en Ponta Negra |
Antes de ingresar al Teatro Amazonas |
Estadio sede del Mundial de Futbol 2014 |
Cena de Fin de Año |
Hola muy interesante y ameno tu relato.... en pocos dias viajo de Venezuela a Manaus y estoy segura que me va a servir de mucho lo que lei...
ResponderEliminarMi duda principal es el idioma... nos podemos entender en español..?
porque yo no hablo nada de Portugues
Hola, en respuesta a tu pregunta si bien el portugues del norte de brasil es un poco mas cerrado que el que estamos acostumbrados al del sur, te vas a dar a entender perfectamente. Si logras hablar y que te hablen despacio no vas a tener inconvenientes. Saludos y gracias por comentar.
EliminarGRacias Federico.... espero ye haya ido muy bien en tu paso por Venezuela
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