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viernes, 24 de enero de 2014

Venezuela - Caracas, se acabo lo que se daba


LA HISTORIA

En el Alfonso "Chico" Carrasquel - Leones vs. Caribes
Hola para todos/as aquellos/as que lean esta entrada, gracias por tomarse el tiempo de seguirme. Como les comente en la entrada anterior, esta seria la ultima ya que toca la vuelta para los pagos pero siempre queda algo para contar. Lo cierto es que antes de dirigirme a Caracas para tomar el vuelo, hice un alto en Puerto la Cruz en casa de Daniel y su familia. Allí había dejado la ropa de invierno que tanto peso hacia así que era paso obligado y además ya extrañaba un poco a mi “familia venezolana”, era buena la excusa para darme una vuelta por ahí. La verdad es que de estos días me llevo un grato recuerdo en mi memoria y en mi corazón por tanto afecto recibido; no hay tantas historias para contar como en entradas anteriores. Mi idea aquí era más bien descansar un poco de tanta ruta recorrida, ir a la playa, comprar algunos recuerditos para llevar a Argentina y lo demás seria improvisar un poco. Bueno a la playa la verdad no fui mucho, solo un día con Daniel a playa arapitos una de las tantas del Parque Nacional Mochima; por cierto sumamente bella y recomendable. Algo nuevo para mí fue asistir a un encuentro de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, mas precisamente al encuentro disputado entre los “Leones de Caracas VS. Caribes de Anzoátegui”, un encuentro un tanto lento para mi gusto ya que termino solo 2-1 cuando en otros juegos hacían mas de 10 entradas pero bue… aproveche para rescatar algunas cosas mas que productivas a la hora de hacer un paralelismo con nuestro tan amado futbol. En primer lugar hay que entender que el Beisbol aquí es el deporte numero uno, como para nosotros lo es el Futbol; entendiendo eso la primer rareza que encontré fue que en las gradas (de frente al cajón de bateo, lo que seria la popular en nuestro estadio) el publico de ambas hinchadas estaba mezclado y todo transcurrió con total normalidad. Incluso el partido se miraba sentado salvo alguna jugada emocionante donde algunos se paraban. Eso si! Mucho ruido a cornetas y gritos para darle emoción a la tribuna. La otra rareza que encontré es que dentro del estadio venden bebidas alcohólicas (mas precisamente cerveza); lo único que si en vaso de plástico, nada de vidrio. Y por ultimo las entradas eran muy accesibles ya que costaba B$ 50, lo que seria $ 10 argentinos la mas barata y la mas cara B$ 180 como $ 35 mas o menos. Todo transcurrió con normalidad y la sensación fue muy amena, cómoda y obviamente nueva. Algunos días me la pasaba en el mercado haciendo algunas compras para la casa, en particular compraba frutillas, que para que se mueran unos cuantos les cuento que vendían el kilo a B$ 25… o sea que 1 kilo de frutillas a $5. De mas esta decir que todos los días hacia jugo de frutillas, guayaba, parchita (maracuyá) naturales y bien frescos… ojala tuviéramos toda esa fruta en Argentina.
Caracas desde el telesferico
Otro día fui al centro a comprar algunos regalitos, también hubo noche de cine en “Cines Unidos” con proyección nacional de “papita, maní y tostón” y bueno así se paso la semana. Llego el viernes 19, día en que partiría para Caracas con Daniel que me iba a acompañar para pasar el fin de semana dando algunas vueltas por la Capital. Así fue que en poco mas de 5 horas llegamos en Rodovias Venezuela, previo a haber coordinado con el pana Duilio Marcial (ver la entrada del cruce de frontera Brasil – Venezuela) quien nos dijo como llegar hasta su barrio por medio del metro. Por cierto, el metro es fantástico, súper regular y prácticamente gratis (B$ 1.50 à $ 0.30). Llegamos a la estación de Plaza Venezuela y allí nos transferimos por la Línea 3 para llegar a estación Ciudad Universitaria donde él nos esperaría. Ante todo quiero agradecer a Duilio y a toda su familia el tremendo gesto de amabilidad de permitirme a mí y a Daniel quedarnos en su apartamento, como también ir a buscarnos al metro, darnos una recorrida por la ciudad y demás. El sábado bien temprano desayunamos y partimos para el Centro donde recorrimos casi todo lo que se podía recorrer de la parte histórica. Entre los lugares que recuerdo, pasamos por El Capitolio, El Palacio Miraflores, El Palacio Blanco, El Centro Simón Bolívar, La Casa Natal del Libertador Simón Bolívar, El Museo Bolivariano, El Consejo Municipal, El Calvario, El Bulevar Sabana Grande, Parque los Caobos, Plaza Venezuela, El Teatro Teresa Carreño y tal vez algunos lugares mas que no recuerdo el nombre. Me lleve una linda impresión de esta vuelta, por lo menos en esta parte vi una ciudad bastante limpia (por ser la capital), suficientemente ordenada aunque lo que si hay que destacar es que las fachadas de los edificios están un poco descuidadas, y en la mayoría hay pintadas de ideologías políticas que arruinan un poco la imagen. Esta ultima es una apreciación que quiero llevar a la imagen del lector que tal vez no conozca la ciudad; es inmensamente increíble lo fuerte que ha calado el Ex Presidente Hugo Rafael Chávez Frías… hay pintadas por todos lados, afiches, grafitis, imágenes en los comercios, banderas en los balcones. Yo creo que el día que asuma la presidencia un partido “opositor” tendrá que destinar más recursos para repintar la ciudad que en cualquier otra área de su cartera. En fin, por la noche fuimos a tomar unas cervezas con los muchachos y aprovechamos para ver como era un poco la capital de noche; la verdad no vi mucho movimiento considerando que era sábado; lo raro es que para juntarse a tomar, se acostumbra ir a los restaurantes chinos a beber ya que son (según dicen) los que mas baratos tienen la bebida (la botella personal de una cerveza esta en B$ 15 à $3). Pasamos por allí un rato y después de unas vueltas nos regresamos a dormir. Ya para el domingo teníamos pensado subir al Waraira Repano, mas conocido como el Cerro Ávila.
Con Daniel en el Centro Simon Bolivar
Esta la opción de hacerlo a pie por un sendero que demora alrededor de 4 horas o hacerlo en el teleférico por unos módicos B$ 100; a esta altura del viaje ya ni lo pienso… hicimos una interminable cola de casi 2 horas pero al fin accedimos al funicular y subimos al cerro. Unas vueltas por ahí arriba, aprovechando la vista, tanto de Caracas como de La Guaira (en el estado Vargas), nos comimos unos “perros calientes” y bajamos porque el bus de Daniel salía a las 14:30. Lo acompañe hasta el terminal donde seria nuestra despedida (aunque no será la ultima vez que nos crucemos con el y su familia, o al menos eso espero) y con la promesa de rencontrarnos me volví al departamento. El lunes seria día de descanso, fui un rato hasta el centro a hacer algunas compras como para terminar de gastar los últimos Bolívares y me regrese a preparar el bolso para partir el martes rumbo a Maiquetía para tomar mi avión hacia Argentina. Con 5 horas de anticipación me presente en el aeropuerto porque ya me habían advertido que podía salir tarde el vuelo, que las colas eran sumamente largas y que el check in iba a ser complicado… todo lo contrario; a las 13:30 ya estaban haciendo el chequeo y pasando las maletas así que inmediatamente les puse el film de seguridad las despache. Luego hice migraciones y ya estaba del otro lado, esperando que el vuelo saliera. Afortunadamente salió en tiempo y forma, así que a las 2:30 AM estaba nuevamente en Argentina. Así fue como concluyo mi viaje; “Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años” dijo Abraham Lincoln; “todo concluye al fin, nada puede escapar” canta Tango Feroz; “Todo Pasa” reza el anillo de don Julio Grondona; “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora” escribió el Rey Salomón… como habrán visto, frases hay para todos los gustos, religiones, políticas, ideales, deportes, etc. Fueron 4 días en Barajas, 32 días en Venezuela, 25 días en Colombia, 12 días en Ecuador, 12 días en Perú y 7 en Brasil; en total 92 días de pura aventura, experiencia, respuestas encontradas y preguntas nuevas por todos lados; amistades por doquier y promesas de regresar también. Puedo dar gracias a Dios que en ningún momento mi vida corrió peligro, o si así fue ni me entere. Nunca he pasado hambre o frio o condiciones extremas que fueran insoportables, y si en algún momento hubo alguna fue para diversión y aprendizaje y no para sufrimiento, por lo menos así lo he tomado yo. También doy gracias a Dios porque en 92 días no he tenido ni siquiera un resfriado, ni una fiebre o vomito ni mucho menos, tampoco males estomacales con todas las cosas nuevas que comíamos y probábamos… por todo ello puedo decir que el viaje ha sido un éxito, incluso hasta en el inconveniente en Madrid; todo ha sido mas que positivo. Quiero agradecer también principalmente a mis viejos y a mi novia que en todo momento confiaron en mi, que siempre me infundieron aliento y positivismo y en todo tiempo me apoyaron en semejante locura; también hago extensivo el agradecimiento para mis amigos (incluidos los compañeros de trabajo que ya los incluyo en el grupo de amigos porque ya no trabajo jajaj cuak) familiares, y todas aquellas personas que me he cruzado y me han dado su amor, afecto, que han seguido mi blog y se han preocupado por mi bienestar y también a aquellos que por el contrario han tirado mala onda pero que han sido los menos, para ellos también va un “que Dios los bendiga”. Sera hasta el próximo viaje…

miércoles, 15 de enero de 2014

Venezuela - El Salto Angel


LA HISTORIA

Antes que nada un saludo para todos los lectores, gracias por seguir las noticias de mi viaje. En la entrada anterior termine por encontrar la tranquilidad en Ciudad Bolívar al conseguir hospedaje en “la posada de Don Carlos”. Llegaba a esta ciudad con la intención no solo de conocerla sino también de tomar el tour hacia Canaima para ver la cascada más alta del mundo. Ese mismo día en que conseguí lugar en la posada, fui a recorrer el centro histórico con Cristian donde estuvimos en el mirador del Rio Orinoco donde se puede admirar el gran “Puente Angostura”, una majestuosidad de la construcción en puentes colgantes (según Wikipedia el mas grande de Latinoamérica mmm no lo se), la Plaza Bolívar, la Gobernación y sus lindas casitas de estilo colonial que se podría decir que aun se encuentran mas o menos conservadas. En eso que caminábamos por la ciudad me encontré con una pareja de cordobeses que había visto en la terminal de Cali (Colombia); una verdadera suerte encontrarnos después de 2 meses, así que compartimos algunas historias, me contaron su viaje y luego seguí caminando, mas que todo para buscar precios para el hacer el viaje al salto. Al fin y al cabo después de preguntar decidí contratar con la gente de la posada donde había quedado ya que el precio era mas o menos el mismo.

Sobrevolando la cuenca del Orinoco


Me cobraban B$ 11.000 ($1500) los traslados hasta el aeropuerto, la avioneta hasta el poblado de Canaima y los 3 días del tour con comida y alojamiento incluido, guías y demás; con el beneficio de no cobrarme la primera noche en la posada y la noche en que regresaba del tour (B$ 200 à $40). Arme mi mochilita con lo necesario para viajar y deje mi valija en la posada y bien temprano me llevaron hasta el aeropuerto; ya estaba sin cámara de fotos ya que la mía dejo de funcionar en Quito y veníamos con la de Diego que siguió su camino desde Manaos, así que tenia que arreglármelas por lo menos para obtener una foto en el salto. En eso que estaba esperando veo entrar a 3 chicas a la sala de espera y un termo bajo el brazo, eso ya era una señal… cuando las escuche hablar no lo dude, 3 argentinas harían el tour conmigo. Ellas estaban solo por 20 días vacacionando y coincidimos en el tour así que ellas serian no solo mis fotógrafas personalesJ, sino también mi nexo en mi rencuentro con el tan ansiado mate. Despego la avioneta CESSNA con 6 personas, 100 km. Por hora de promedio hasta casi los 6000 mts. de altura; pasando entre medio de las nubes el paisaje de la Sabana era fabuloso, siguiendo la huella del Orinoco en toda su anchura con sus islotes en el medio. Mejor se puso aun llegando al poblado, donde se empezaron a ver, a mí entender, una de las imágenes más bellas de todo el viaje, los tepuyes.

Con el grupo, camino al Salto
Luego de una hora de vuelo aterrizamos en Canaima donde nos estaba esperando la gente de Kavac turismo, ellos serian los encargados de nuestra atención durante los 3 días. Fuimos al albergue donde nos asignaron la habitación y tomamos el almuerzo; de allí fuimos hasta la playa de donde saldría la barca hasta la isla ratón, donde tomaríamos un baño en las minerales aguas del Rio Carrao, afluente del Caroní y este afluente del Orinoco; destaco esto porque es increíble ver un lago del color de la Coca Cola sin exagerar, causado según me comentaba el guía por la presencia de algunos minerales sobre todo de Hierro. Caminamos un poco y llegamos hasta el Salto el Sapo para pasar por debajo de la cortina de agua, lo mismo hicimos con el Salto el Hacha. Nos regresamos al campamento para compartir la cena, darnos un baño y luego nos fuimos al “boliche” del poblado; un pintoresco bar con salsa y merengue de música, lo único que casi nadie de gente, pa


ra no decir nadie solo nosotros. El lunes seria el gran día para llegar al Salto tan famoso, así que amanecimos para tomar el suculento desayuno (todos se reían de mi porque siempre pedía repetir la comida y el desayuno no fue la excepción) y partimos. Fueron 5 horas en una barca, allí iba el grupo de 12 personas mas los guías, navegando entre paisaje de tupida selva, rio arriba surcando en ocasiones grandes piedras (ya que no estaba lloviendo mucho, lo que mantenía el rio bajo y en ocasiones se dificultaba su navegación), increíbles tepuy de fondo (ya no recuerdo sus nombres específicos), algunos bañados de nubes lo que hacia mas imponente la vista.

Llego el momento de desembarcar y realizar la caminata de 1 hora entre la boscosa selva; se empezó a escuchar el sonido el agua cada vez mas fuerte y de repente, nos paramos sobre un mirador y allí estaba!! el GRAN SALTO ANGEL. Una cascada de agua de 979 mts. frente a mis ojos, cayendo desde el Auyantepuy (montaña del diablo, por su historia mitológica en la tribu de los pemones indígenas de la región), en su base el pozo una piscina natural que se forma con el agua que cae del salto. Allí bajamos para darnos un baño y luego regresar a donde nos dejo el barco para que nos cruzara del otro lado del rio donde estaba el campamento. Luego de la cena, cuando todos ya se habían ido a dormir algunos curiosos nos quedamos para tener una buena charla con “Denis” nuestro guía. Él era nativo de Canaima, un Pemon de pura cepa como quien dice, así que aprovechamos su buena predisposición para aprender cosas de su cultura, que con tanto fervor defendía y creía. Nos conto sobre el origen del nombre de su pueblo, como así también el porqué del nombre nativo del Salto como Churun-Meru y algunas otras historias mas. Nuestro descanso seria en hamacas esa noche; ya casi todo terminaba, al día siguiente desayunamos y volvimos en el bote hasta Canaima donde almorzamos y tomamos nuestra avioneta de retorno a Ciudad Bolívar. Era mi última gran travesía antes de regresar y ya se había terminado, agradecí a Dios poder haber visto todo lo que vi; ha sido un gran sueño poder hacerlo… pero igual el viaje todavía seguía.

De espaldas al Salto
Luego de descansar mi última noche en Bolívar me fui temprano al terminal porque como ya se habrán dado cuenta en la entrada anterior, conseguir un pasaje en bus es bastante caótico. Llegue al terminal y estaba por salir un bus a Puerto la Cruz; el tema es que los muy vivitos dicen en boletería que no hay mas lugar y te mandan  a la plataforma para ver si se desocupa alguno, la vieja popular y querida reventa no? Por mas que no quisiera le di unos Bolívares de mas al planillero y me consiguió un lugar de inmediato así que prácticamente ni espere. En 6 horas estaba en Puerto la Cruz, en casa de Adelfa, Daniel y Desiree. La próxima, será la última entrada donde les cuento algo de la Capital Venezolana y el viaje ya será historia y anécdotas. Muchas gracias por leer, saludos a todos.

 Nota: Les debo las fotos ya que el internet va un poco lento. En los proximos dias les subo algunas asi completo la entrada. Disculpas

PARA VIAJEROS: Espero que sea útil la info que aquí les dejo. Por lo menos a mi me hubiese servido si la hubiese tenido antes de hacer el sur de Venezuela. Por así decirlo, la Gran Sabana es el conjunto montañoso más antiguo del mundo (según los que saben). A la vista parece un paisaje al mejor estilo de la película Madagascar; con grandes praderas de pasto que terminan en grandes Tepuy (montañas con su pico plano, tanto que parecen una mesa gigante). En esta zona lo que se puede hacer son dos cosas:

1.- En primer lugar se puede elegir conocer los saltos de agua y tepuyes del sur donde se cuenta el más importante el monte Roraima; para ello hay que ir hasta Santa Elena y elegir que hacer. Si se quiere se puede hacer una excursión de un día por todos los saltos que se encuentran al lado de la ruta Troncal 10, claro para el que no tiene movilidad; el que la tenga no dude en hacerlo. También desde este poblado se puede conseguir el ascenso a alguno de los tepuy que hay en la zona; por lo general se asciende al Roraima en 6 u 8 días con un guía, pero para ello hay que tener porteadores que carguen el alimento, equipo de camping y buen estado físico.

2.- La otra opción es el Salto Ángel. Para ello hay que llegar hasta Ciudad Bolívar o Puerto Ordaz para comprar el paquete y tomar la avioneta ya que solo se puede llegar hasta Canaima por aire. En el aeropuerto de C.B. hay agencias de tour que hacen el recorrido que mas arriba conté; también investigue un poco y me dijeron que lo que se puede hacer es conseguir una avioneta que viaje con algún cupo vacío y llegar hasta Canaima por cuenta propia. Una vez allí hay que dirigirse a Turismo Kavac para que los guías te acoplen a algún grupo; de esta forma te puedes ahorrar hasta 1500 Bolívares.  De una forma u otra yo recomiendo hacer el Salto, ya que todo lo que se ve en el punto 1 también esta en esta opción; claro, vas a estar visitando el salto mas alto del mundo y tepuyes también vas a poder ver… pero bueno son gustos.

También dejo el contacto de un guía que respondió tarde a mi mail sino hubiese quedado con el para hacer el tour; por el precio que me paso, se puede ahorrar hasta 2000 Bolívares respecto de las agencias tradicionales, todo será cuestión de coordinar con el. Cristian Vergara es su nombre y su mail es cristianexpeditions@yahoo.es. Aclaro que no puedo garantizar la fiabilidad el sujeto pero bueno, con preguntar no se pierde nada.

Venezuela - Santa Elena, otro cruce poco habitual


LA HISTORIA

Hola a todos y todas, en la anterior entrada les conté sobre mi paso fugaz por Brasil en Manaos, ahora se venia el cruce de frontera. Como todo cruce, y para no perder la costumbre es bien prometedor en historias locas y aventuras que por poco llegan a la desesperación… este no fue la excepción. Salí para Boa Vista en un bus de “EUCATUR” (R$ 127.50 à $520) ya que se habían agotado los directos a Pacaraima, la ciudad fronteriza. Debía llegar hasta allí y cruzar dedos para encontrar una conexión que no me hiciera esperar. 12 horas de viaje sin sobresaltos para llegar a destino a las 6 AM, y con la suerte de conseguir un pasaje en la compañía RIVALTUR que salía “supuestamente” (digo así porque salió con una hora de retraso, aunque ese no seria el único problema) a las 7 AM (R$20.50 à$82); era mi día! penséJ, en 3 horas estaría en “Tierra Bolivariana”. Faltando 15 kms. Para llegar a la Rodoviaria el bus empezó a hacer ruidos raros y allí quedo en medio de la ruta, tirando humo para todos lados!! Nos bajamos y el chofer nos dijo lo que no queríamos oír… podíamos esperar 4 horas hasta que vinieran a buscarnos o llegar por nuestra cuenta al poblado que tan cerca quedaba. Yo quería cruzar la frontera de día y lo antes posible por lo que esperar 4 hs. no era una opción. En Ecuador dije que quería hacer dedo por diversión no? Bueno ahora seria por necesidad. Camine 2 kilómetros mas o menos y me levanto una camioneta que llevaba también a dos chicos que venían en el bus que se rompió y nos dejo en el terminal. De allí fue una pequeña caminata hasta la frontera para hacer sellar mi pasaporte del lado brasilero. Mientras hacia la interminable cola me puse a charlar con la gente y entre ellos conocí a una familia Venezolana proveniente de Caracas (Familia Marcial con su hijo Duilio) que había ido a pasar unos días a la Gran Sabana. Entre toda la charla le conté como venia viajando y amablemente me ofrecieron su casa para hospedarme cuando fuera a Caracas para tomar mi vuelo, una buena recompensa por el traspié del bus no?. Luego, ellos mismos me llevaron en su camioneta hasta el SENIAT venezolano para sellar mi ingreso y ahí fue otro dedo hasta el terminal de Santa Elena. Mas que mal pude llegar cerca del mediodía como tenia planeado, no me podía quejar!; lo que no me esperaba es que cuando llegue al terminal, era un DESIERTO, todas las oficinas cerradas y nadie sabia nada… Claro, perdí de vista que llegaba a Venezuela, la tierra del “descontrol” y del “cada cual hace lo que quiere”… Les cuento que acá las vacaciones se las toman en serio, hable con un policía que había y me dijo que todas las agencias estaban cerradas por el receso de fiestas y hasta el día 5 o 6 no abrían (era 2/1) ¿Cómo llegaría hasta Ciudad Bolívar si se me hacia la noche y eran 12 hs. de viaje?; tal vez podría salir un bus informal (algún tipo que tuviera un bus y quisiera hacerse de unos Bolívares y lleve por su cuenta) al día siguiente pero había que ponerse en la lista y pasar la noche en el terminal. Esta no era una opción para mi sabiendo los rumores que corren de inseguridad en Venezuela, uno no puede quedarse a pasar la noche en cualquier lado. Camine unos 500 metros sobre la ruta y llegue hasta una ALCABALA (así le llaman a los puestos de control de la guardia nacional), los muchachos estaban almorzando así que me invitaron a comer pollo y arroz con ellos; aquí la costumbre es que los policías ayudan a los viajeros a conseguir una movilidad que los lleve por lo menos hasta la próxima alcabala. Mientras terminaba de comer llegaron 2 chicos más con la misma intención… Isabella y Nicolás (mis futuros salvadores); ellos estaban con dos amigos mas que habían venido de paseo, pero se separaron porque no podían conseguir quien los llevara a los cuatro; a los 3 nos consiguieron “una cola” (como le dicen aquí a hacer dedo) hasta la próxima alcabala que quedaba a 1 hr. de distancia y de allí otra cola mas hasta que llegamos a “San Francisco de Kumaracapay”, una comunidad indígena de la GRAN SABANA. Aquí nos esperaban Yulimar y Samuel, los otros dos chicos que se habían separado y habían podido conseguir una cola directo. Allí estábamos, se hacia de noche y solo habíamos recorrido 2 de las 12 horas de viaje hasta ciudad bolívar; ya me parecía imposible llegar hasta Ciudad Bolívar ese día. En eso que estábamos sentados, apareció Emiliano, el guía de los chicos en su ascenso al MONTE RORAIMA, él vivía en esa comunidad y viendo que se complicaba el tema del transporte nos invito a compartir la cena (unas arepas con perico y chinoto para tomar) en su casa; no había otra que relajarse y por suerte los chicos tenían carpa para 5 personas (¿habrá sido coincidencia? No lo creo). Sin pensarlo ni soñarlo, estaba acampando en una comunidad de la Gran Sabana, rodeado de Tepuyes y paisajes maravillosos, podría ver los Tepuy al amanecer, algo que no pensaba hacer ya que supuestamente “iba a conseguir” bus a Ciudad Bolívar directo… todo era un regalo de Dios, así que lo aproveche. Puedo decir que en otro momento esa situación me hubiese parecido de lo mas desesperante, solo en una ruta de Venezuela, sin buses a la vista, lejos de mi destino, pero sin embargo por algún extraño motivo fue cuando mas tranquilo me sentí en todo mi viaje y me deje llevar por lo que sucediera y me dedique a disfrutar. En fin, al día siguiente amanecimos con la fe de conseguir cola; Isa y Nico fueron los primeros que se fueron y al rato conseguimos cola para los que quedábamos. Estábamos de camino a la próxima alcabala en “Luepa” cuando de repente sucedió algo que me llamo la atención, el auto en el que íbamos tenia que cargar combustible por lo que paramos en una “BOMBA” (así le llaman a la estación de servicio), los playeros eran agentes de la guardia nacional súper armados, con una planilla en mano y anotando quienes cargaban combustible y cuanto!... había una restricción de carga de hasta 20 lts. Por auto; si restricción de carga en el país petrolero más grande del mundo, es que me comentaban que cerca de las fronteras ocurre eso para frenar el contrabando hacia el país limítrofe; es como si en Argentina escaseara la harina… ¿Deja vu o pasó alguna vez si mal no recuerdo? Jajá, somos países tan gemelos que asusta el parecido. Bueno llegamos al puesto policial, esperamos otra hora mas o menos y conseguimos dedo en una camioneta arriba de unas cubiertas sucias con barro y al aire libre… lo mejor de esto fue que me permitió tener una vista completa del paisaje, incluso pasando por algunos saltos de agua que de otra forma no hubiese podido ver, así que completito!!. Ya habíamos pasado 2 horas de viaje y al conductor se le da por parar en un puesto de comidas para ir al baño y de repente para frente a nosotros un BUS. Me baje rápidamente a preguntarle al conductor donde iba… casualidad, destino o milagro como quieran llamarlo, iba para Ciudad Bolívar, era el bus que salió desde Santa Elena y no quise esperar en el terminal. La única observación que hizo el conductor era: “No hay lugar”… “Vamos parados, no hay problema” le respondí. Felices pagamos los 150 Bolívares ($30) de pasaje para recorrer las 7 horas que todavía nos faltaban a Ciudad Bolívar, con la tranquilidad de que ya llegábamos a la meta. Si bien todo fue mas que positivo, había un punto en contra; es que llegaría a la ciudad de noche, ya van a ver porque era malo. En fin, seguimos viaje y en San Félix bajaron los compas de viaje para tomar otro bus a Caracas, pero tenían un problema, no tenían dinero. Yo solo con 400 Bolívares en mi billetera les di 300 para que pudieran llegar, total yo ya había conseguido alcanzar mi destino hasta C.B. lo que no contemple es que 100 B$ no alcanzan ni para un taxi. Así es que llegue al terminal de noche, sin alojamiento donde quedarme y sin plata. Otra vez a renegar, acá si que me la veía fea; la opción era pasar la noche en la terminal (que en realidad no era una opción porque no había un policía a la vista y la cosa se iba a poner peligrosas allí) o…. no había otra opción a priori jaja. De noche no iba a andar caminando solo buscando posadas por el centro y el único hotel que estaba cerca me quería cobrar B$ 530 por adelantado y encima no me quería cambiar los pocos dólares que llevaba para poder pagar, así que acomode mis cosas con otro señor que estaba en la misma que yo y había viajado conmigo en el bus y por esas premoniciones del destino salí hasta la parada de taxis a ver que onda. Me puse a charlar con una pareja de jóvenes (16 añitos) y curiosamente me preguntaron sobre mi viaje y así fue que le conté como había llegado hasta allí y mi inconveniente para pasar la noche. “No se habla mas… no te hagas drama, nosotros te solucionamos el problema” me dijeron; yo no entendía nada. ¿Cómo es eso de que me van a solucionar el problema? Pregunte. Me subieron al remis con ellos y fuimos para la casa de la señorita mientras que el novio siguió viaje. “Vos espera acá que yo entro y le pregunto a mis padres si te podes quedar”; hasta entonces no tenia idea de donde estaba, en un barrio en las afueras, salió el padre, la madre, el perro, el hermano, todo el barrio prácticamente a recibirme. No solo me dieron una cama para pasar la noche sino que me cocinaron unas arepas con queso y café, y nos pusimos a charlar sobre muchas cosas interesantes que me permitió conocer aun más como viven los venezolanos. Eran ángeles que Dios me había mandado la verdad, no había otra. De todos modos me sentía como bicho raro, me acosté y en el medio de la noche siento una voz… “Cristian, Cristian”, creía que estaba soñando o era producto de mi imaginación, al rato de nuevo “Cristian, Cristian!” y como yo no respondía me empezaron a picar con un palo suavemente en la espalda. Ahí entendí que no era un sueño, era el primo de la familia que buscaba a Cristian el hermano mayor de la familia y pensaba que era yo. Se podrán imaginar el susto que me pegue envuelto en toda esa situación ¿no? Pase la noche allí y al día siguiente ya con el sol arriba todo seria distinto. Cristian me acompaño a tomar el bus hasta el centro donde pude no solo conseguir lugar en la “posada de Don Carlos” sino que allí mismo me cambiaron el dinero y también me hicieron la conexión para hacer el Tour al SALTO ANGEL (próxima entrada). A partir de allí tendría días de paz por así decirlo; la posada era muy bonita, una casona antigua sumamente cuidada, a media cuadra de la Plaza Bolívar, la Gobernación y en medio del Casco Histórico de la ciudad. Esa fue la odisea del último cruce de fronteras por tierra y como la entrada se ha hecho un poco larga voy a dejar para la próxima el tour al Salto Ángel y algunos consejos para los viajeros que quieran hacerlo. Muchas gracias por leer y comentar, saludos.

Con Cristian de espaldas al Orinoco y al Puente Angostura


Ordem é Progresso - Manaus

LA HISTORIA
Ya estábamos con un pie afuera de Perú!! Como les termine de contar en la entrada anterior, estábamos para cruzar a Brasil y como todo cruce de frontera no pueden faltar las típicas corridas o problemas cambiarios o algo de eso. Fuimos al puesto de la policía federal peruana para que nos autorizara a pasar por migraciones e inmediatamente fuimos allí. Aun con cara de dormido y de pocos amigos, el oficial de migraciones peruano nos sello el pasaporte y tomamos el Peke Peke que nos esperaba para llevarnos a Tabatinga. Esto solo duro 10 minutos y ya estábamos en Brasil. Podrán decir que soy paranoico y no se cuantas cosas mas, pero el solo hecho de cruzar un rio y pisar otro país ya marca la diferencia; ejemplo claro de ello era el asfalto de las calles, o las antenas de celulares o la limpieza, incluso hasta había semaforooooos! Si imagínense lo que era Santa Rosa (y el resto de Perú) como para que me sorprenda ver un semáforo. En fin, el próximo paso seria averiguar cuando saldría el barco a Manaos; con la esperanza de que fuera en los próximos días cuanto antes mejor para no perder tiempo en la frontera sin hacer nada. Nos fuimos hasta el terminal portuario (otra diferencia, hay terminal portuario con asientos y televisión en la sala de espera con una organización envidiable) a preguntar que novedades habría de algún barco, pensándonos de que seria como en Perú que nos dirían un día y saldría a cualquier otro (le estoy dando muy duro a Perú no? Jajá) y aquí empezaron las sorpresas (de las buenas y de las no tan buenas) la primera fue que en 2 horas zarpaba uno! Y la mala era que el costo estaba en 200 Reales (contra los 120 que nosotros pensábamos). Por un lado feliz de no tener que esperar y por otro con algunas dudas de saber si íbamos a resistir 3 días más en barco en las condiciones como las que habíamos viajado (repito… pensando que todavía seguíamos en Perú). Decidimos embarcar pero antes tendríamos que ir a sellar nuestro pase a Brasil, obvio que no teníamos ni un real para movernos y no podíamos demorar porque el barco SE NOS IBA. Le metimos pata y logramos sellar pero el problema es que no teníamos dinero para pagar el barco! ¿Y ahora… donde cambiamos? Preguntamos y todos nos hacían volver hasta el puerto y caminando no llegábamos a tomar el barco, así que yo me quede con las maletas y me fui caminando al barco y diego se fue en un moto taxi a cambiar; por suerte pudo conseguir ya que de eso dependía que saliéramos o nos tocara esperar hasta el sabado para seguir viaje. Hicimos el check in una hora antes (si, check in!) y comenzamos a caminar hacia el barco.
Cambio de camisetas en el barco a Manaos
A medida que dábamos un paso hacia él, nuestra sonrisa empezaba a ser mas grande; es que no entendíamos nada de lo que pasaba, toda la tripulación del M. MONTEIRO uniformada, un control policial de maletas al ingreso, todos sonrientes y recibiéndote como “clientes que realmente éramos”, con decir que quisimos colgar nuestras hamacas en el primer lugar que se nos ocurrió y vino un oficial y nos pidió que la colocáramos en las posiciones que estaban prestablecidas para mayor comodidad de la gente que subiría en los puestos siguientes (eso no se respeto mucho ya que algunos se tiraban encima de la hamaca de uno como si no existiera). Aquí aprovechamos lo amplios y espaciosos de los limpios baños para darnos una ducha antes de zarpar ya que la corrida y los dos dias de barco anteriores nos habian dejado algo perturbadores de olor. Que más del barco:
1-      Limpieza total en lugares públicos como baños, lavatorios, pasillos y cubierta.
2-      Tiene un plasma en el sector de hamacas y una sala de esparcimiento arriba ya que cuenta con una antena satelital donde ponen el noticiero por las noches o alguna novela local.
3-      De lo que temíamos era de la comida… déjenme decirles que fue un orgullo comer en ese barco; con solo decirles que había agua potable fría las 24 horas y en las comidas había jugo libre! Las comidas siempre con su respectivo arroz pero siempre abundantes y te podías servir todas las veces que quieras. El barco tenía una sala para sentarse a comer y aire acondicionado y ellos proveían los platos. También había café y agua caliente libre las 24 horas.
4-      En el segundo piso hay un bar donde venden hamburguesas, panchos, gaseosas frías y miles de cosas más; con la música todo el tiempo.
5-      También hay una “sala de oración” donde todas las noches se hacen reuniones cristianas donde se lee la biblia y se hace una oración. Estas reuniones eran anunciadas por los parlantes dispuestos en todo el barco por el capitán quien también por la mañana hacia una reflexión sobre vivir con alegría, sobre cuestiones de la vida y cosas así acompañando siempre por una lectura de la biblia.
6-      Hay un SALON DE BELLEZA!! Naaaaaaa increíble no? Jajá de cocinar con agua del rio en los otros barcos a esto… estábamos en el paraíso, sentíamos que podríamos haber viajado por años así.
7-      También había una sala te atención medica y un doctor a bordo.
8-      Los lavatorios tenían jabón en gel para lavarse las manos y esponjas con detergente para lavar los platos en caso de que alguien quisiera comer en su tapper o incluso lavar algo de ropa.
Aquí me rencontré con una vieja conocida… la Farinha!! Yuca rayada y saltada en el sartén. Y así fueron los 3 días de viaje. Nos hicimos de unos buenos amigos que nos acompañarían en nuestra incursión por Manaos; ellos eran Narciso, Jorge (ambos de Colombia) con quien cambie camisetas de nuestras respectivas selecciones, Thomas (Alemania y residente en Colombia), Sebastián (Uruguayo) y su novia Bárbara (Galicia) y el ecuatoriano que nunca le supe el nombre. Fuimos haciendo algunas paradas en el camino, donde algunos aconsejaban tener cuidado con las maletas (no tanto por el robo sino que nadie metiera alguna “sustancia extraña” para zafarse de algún embrollo) y también cuidar el espacio porque podían montar la hamaca arriba de uno sin preocupación. Cuando menos nos dimos cuenta, entre charlas, canciones y tocadas de ukelele con Jorge, era domingo 29 de Diciembre y estábamos en el puerto de Manaos luego de pasar el encuentro de las aguas del Rio Negro con el Rio Amazonas.
Atardecer en Ponta Negra
Rápidamente notamos que todo estaba mas caro de lo que estábamos acostumbrados en Perú, caminamos un poco hasta llegar a un Hostel que figuraba en Internet y allí quedamos… Hostel for US nos dio cama, cocina, desayuno y wifi por R$28 (algo como $120 la noche). Era el mediodía y para aprovechar el inmenso calor, es que nos fuimos a comer a la feria de los domingos en plena calle central (una comida no baja de 10 reales ---> $40, una locura en comparación con lo que veníamos pagando por comida)  y de ahí derechito a “PRAIA PONTA NEGRA”. Esta es una playa artificial que le costó algún dinerito hacer al municipio, sobre el Rio Negro, es sorprendente ver como si fuera el mar pero sin la fastidiosa agua saladaaaa grrrrrr que se te pega al cuerpo! Me enamore de ese lugar y más cuando me metí al agua de 28 grados que prácticamente quemaba. Pasamos un lindo atardecer, tomando algunas fotos y caminando por la playa. El bus que nos llevo (línea 120) cuesta R$2.75 (casi $11, demasiado caro para ser el transporte publico). Al segundo día, con Diego fuimos a recorrer un poco la ciudad para así visitar el Teatro Amazonas, el Palacio de Justicia y algunos lugares más, símbolos representativos de la época de “LA FIEBRE DEL CAUCHO”.

Antes de ingresar al Teatro Amazonas
En cuanto a la ciudad, me sorprendió un poco la falta de limpieza en sus calles y el deterioro de los edificios, con sus fachadas todas pintadas con grafitis y eso… bastante raro considerando que será una de las sedes del mundial 2014 de futbol. Respecto de eso, al día siguiente (31/12) aproveche la cercanía del Rodoviario donde saque mi pasaje para Boa Vista del Estadio de Futbol para hacer algunas fotos aunque sea desde afuera y ver su imponente construcción, la que no pudimos admirar desde adentro ya que todavía se encuentra en construcción. Y ya se nos venia ultima noche del año che!… averiguamos como era la movida en el hostel; la costumbre (por lo general en muchos lados de Brasil) es cenar temprano y partir rumbo a alguna playa o espacio común donde todos reciben el año juntos. Aquí no era la excepción, Luana, la propietaria del hostel nos agasajó con un banquete de Pata de Cerdo al horno con macarrones, arroz, ensalada rusa y Farinha con pasas que compartimos con todos los chicos que allí estaban alojados (junto a Marcos Passos, nuestro amigo paulista que estaba trabajando en el hostel) y cerca de las 22:00 nos tomamos un bus a Ponta Negra, allí seria la congregación de la ciudadanía jajá. Fue realmente increíble, tanta gente en la playa, con un escenario central montado donde había espectáculos musicales como el de Diogo Noguera (un pancho que ni se movía en el escenario y la gente se le tiraba encima, increíble) y sobre el agua una cantidad abismal de yates y barcos alquilados que se ponían cerca de la costa para esperar el show de fuegos artificiales que tiraban desde una plataforma en el medio del rio.
Estadio sede del Mundial de Futbol 2014
Bueno lo demás es conocido, llego la cuenta regresiva y se largo el espectáculo de fuegos y saludos y demás para seguir con más zambas sobre el escenario. Aguantamos como hasta las 3 A.M. y nos fuimos a tomar el bus de regreso al hostel. Al llegar, los chicos se quedaron tirados en el sillón de la planta baja porque el barco que iban a tomar para Belem salía a las 7 y no querían pagar otra noche; yo me fui a mi camita a descansar hasta que los chicos me despertaron para la despedida. Aquí comenzaba mi viaje solo ya que Diego y los demás se iban para la costa atlántica así que estrechamos abrazos y los mejores deseos y yo me fui a desayunar para no perder ese beneficio J y me fui a dormir nuevamente total mi bus a Boa Vista salía a las 18 del día primero.
Cena de Fin de Año
Pero la dejo ahí, porque lo que se viene es otro cruce de frontera y como tal es siempre divertido de contar; créanme que este ha sido el mas loco de todos… será en la próxima y ya una de las ultimas, gracias a todos por leer y comentar.

 

lunes, 30 de diciembre de 2013

No voy en tren ni voy en avion... Barco hacia Iquitos, Iquitos y Santa Rosa (frontera con brasil)


LA HISTORIA

Buenas para todos/as, en la entrada anterior termine de contarles como había sido el cruce de frontera hasta llegar a Yurimaguas para tomar el barco. Bien, ahora tocaba embarcar ya que era la única forma de llegar a Iquitos (salvo por avión pero eso es mas caro). En la tarde de domingo (día que llegamos a Yurimaguas) fuimos directamente al puerto y preguntamos cuando saldría algún barco; había dos en el puerto… ambos supuestamente “saldrían al día siguiente”. Uno nos cobraba 75 soles y el otro 100 soles (algo así como $220 y $300 respectivamente). El capitán del primero nos aseguro que saldría a primeras horas del día siguiente así que ante el ahorro de dinero pensábamos viajar en ese, así que nos fuimos a un hostel a pasar la noche y de paso compramos todos los víveres como les comente en la entrada anterior. Al día siguiente amanecimos con la intención de ir al puerto para no perder el barco, pero ¡oh vaya sorpresa! El barco ya no estaba… resulta que preguntando nos dijeron que había zarpado la misma noche, así que no nos quedo mas que irnos con el M/F BRUNO de “transporte Eduardo”.
Puerto de Yurimaguas mientras cargaban el barco
Ya arrancaba movidita la semana y eso era solo el principio! Embarcamos cerca de las 7 a.m. y mientras esperaba la partida al “mediodía” me puse a observar como cargaban el barco; ¿con autoelevadores? Mmmm no lo creo… es impresionante ver como estos tipos cargan de a dos bolsas de maíz de 50 kgs. cada una para dar un ejemplo, porque también subían sal, harina, papayas, huevos, cal, pollos vivos, cerdos, motos, autos, azúcar, zapatos y muchas cosas mas y nosotros viajando en la cubierta jajá. La verdad yo no podía creer la precariedad con la que se maneja todo este “sistema de puerto”, en medio de una suciedad insana para todos, lo que me llevo a reflexionar mucho sobre el porque de la vida de esta manera. En fin llego el mediodía y como bien les dije que la cosa se pondría peor, el capitán el barco empezó a informar que aun faltaba carga y pasajeros por subir (es que hasta que no llena no sale) así que PARTIRIAMOS AL DIA SIGUIENTE!! Nos queríamos morir con Diego, era un poco desesperante saber que no había nada por hacer solo acostarse en la hamaca y esperar. En algunas ocasiones podíamos charlar, pero muy poco porque la gente era muy cerrada… nos veían medios blanquitos y se habran pensado que veníamos a robarles el oro como en la colonización o algo así! El hecho es que desde que entramos a Perú la gente es bastante reacia de poca charla y como que siempre esta enojada con uno. Se hicieron las 17 hs. y nos dieron la “cena”… el plato lleno de arroz con una cucharada de arvejas, y pedazo de yuca y una minúscula porción de pollo condimentada que daba miedo probar. Era lo único que había así que comimos (aunque no deberíamos haberlo hecho ya les voy a decir porque). Por fin al día siguiente después del mediodía SaLiMoSssss!!! Después de 30 hs. de espera. Por más que tuviéramos 2 días de viaje por delante, lo importante es zarpar porque por lo menos uno se distrae viendo el paisaje de pura selva. Sobre el BARCO voy a decir lo siguiente:

·         Tiene 3 baños donde operan sobre el mismo lugar 3 duchas. El agua tanto del inodoro como de la ducha y de los lavatorios es agua del propio rio y los desechos se botan nuevamente a este… bien ecológico no?

·         Los niños que se pasean corriendo entre las hamacas, gritando y jugando, otros llorando y así transcurre el viaje.

·         En contadas ocasiones había electricidad en el barco por lo tanto solo se prendían las luces de noche y nada mas; es difícil encontrar un enchufe si uno quiere cargar su celular, laptop y demás.

·         Cuando cae la noche, al igual que cuando llueve se bajan unas lonas laterales para protección y para que no pase la luz.

·         El piso estaba relativamente limpio, ya que cada tanto pasaban con una escoba barriendo.

·         Habremos sido 200 personas las que viajábamos en 2 pisos, mayormente en el de abajo. En el de arriba había pocas hamacas. Debajo nuestro estaba el deposito donde estaba la carga de todo lo que le comente antes y algunas bodegas también de carga.

·         La comida no es buena como uno espera; todo esta condimentado con cilantro (el cual detesto) y lo peor es que se cocina con el agua del mismo rio!! Si, así es… succionan agua con una bomba que usan para hervir, cocinar y demás. Por esto les dije que no deberíamos haber comido; para el que esta acostumbrado esto no le hace efecto, pero para nosotros este cumulo de bacterias puede ser letal jajá! A mí gracias a Dios no me ha afectado mucho, a Diego lo ha mandado al baño un par de veces.

·         Durante el recorrido se va parando en aldeas donde suben y bajan pasajeros como así también algo de carga. De todos modos son paradas cortas de 15 o 20 minutos, lo que le da tiempo a los vendedores ambulantes a subir al barco y ofrecer algunas frutas y alimentos.

Mi habitacion... podran ver todas las que hay al lado
Así fue desde el martes al mediodía hasta el jueves también al mediodía. Ya en el día jueves entraríamos al verdadero rio Amazonas, unas horas antes de llegar a Iquitos donde se junta el Rio Marañón con el Rio Ucayali. Como esto seria prácticamente de madrugada, puse la alarma temprano y me levante para poder ver la confluencia de semejantes caudales y de paso tomar algunas fotografías del amanecer que no tuvieron ningún desperdicio.


El atardecer desde el barco
Llegamos a Iquitos con muchas dudas sobre la ciudad, con todos los mitos amazónicos y selváticos dando vueltas (de mosquitos, calor, vegetación y todo eso) y nos tomamos una moto taxi que nos llevo hasta la plaza de armas donde buscaríamos un hostel. Para sorpresa nuestra, la ciudad es muy urbana, con hoteles importantes, restaurantes, casinos tragamonedas, cadenas de electrodomésticos, bancos y demás. Lo primero que hicimos fue ir a PROMPERU (la agencia de información turística) donde obtuvimos algunos mapas y consejos sobre como recorrer lo que teníamos pensado y de ahí nos fuimos a ARI´S a calmar nuestra necesidad de alimentarnos como corresponde (con una coca de vidrio, la mas rica que haya probado). Luego nos instalamos en “LA CASA DEL FRANCES” a media cuadra de la plaza de armas por 15 soles ($45) teníamos habitación de a 4 pero que nunca compartimos (salvo dos noches con un tailandés), baño, wifi (aunque no andaba muy bien ya que en Iquitos la banda ancha todavía no existe) y cocina disponible aunque teníamos que cuidarnos de dejar algo sobre la mesada porque había un pequeño roedor suelto que era un tanto ladrón. Todo ese jueves fue de puro relax ya que veníamos al borde con la salud después de haber comido tanta comida cocinada con agua de rio y el viaje había sido un poco cansador. También aprovechamos para tomarnos el tiempo para averiguar que tipo de excursiones convenía hacer para conocer la selva que mas abajo vos a contar en un punto especia porque puede ser de utilidad para otros viajeros.


Los autos de Iquitos :S
El viernes hicimos una especie de City Tour casera, aprovechamos para buscar un banco (conseguimos sacar dinero con american express en un cajero de Global Net) y solucionar nuestro problema de plástico que comente en la entrada anterior y recorrer lugares como la plaza de armas, la casa de fierro (diseñada por gustave Eiffel) el malecón (así le llaman a lo que nosotros conocemos por costanera) el mercado de belén y algunas cositas mas. Al día siguiente fuimos al Quistococha, una especie de zoológico de la selva, donde pudimos estar en contacto con la flora y fauna de la zona, incluso tomarnos una fotografía con una anaconda, ver a los paiches (pez mas grande de agua dulce), los bufeos colorados y grises (delfines de agua dulce que habían en el rio amazonas) entre otros; allí también hay una linda playa para poder bañarse y pasar el día y algunos restaurantes típicos donde almorzamos LAGARTO CON TACACHO (tacacho es plátano verde pisado con aceite, lo que forma una masa que luego se hace una especie de albóndiga que se frita) y JUGO DE CAMU CAMU (fruto rojo cítrico parecido a una ciruela). De ahí fuimos al CREA una reserva de Manatíes donde pudimos conocer esta especie de mamíferos y alimentarlos. Ambos lugares tienen costo para ingresar pero es sumamente bajo, prácticamente una contribución. Al día siguiente tocaba ir a conocer el puerto y el “fundo pedrito”. Nos levantamos temprano y tomamos el bus hasta Bellavista Nanay donde hay una especie de feria con comidas tradicionales (que ni probamos porque ya le teníamos miedo a toda la comida peruana) y desde allí tomamos un peke peke (bote colectivo de 3 soles), que es una pequeña barca de madera con techo de hojas secas que nos llevo hasta el fundo en el Barrio Florido, navegando por el Rio Nanay. La verdad que no tenia nada de raro, solo vimos como distinto una piscina con pirañas que pudimos alimentar, y también pudimos observar las victorias regias la planta acuática mas grande del mundo (que puede soportar hasta 40 kgs. sobre sus hojas).


Mercado de Belen en Iquitos
Los dos días siguientes no tuvieron mucha movida, yo aproveche para adelantar un poco el blog, para ver si podía pedir el reintegro de las Retenciones de AFIP (pero el internet era tan malo que ni la página me abría), caminar por la ciudad y nada más. A la selva no podíamos ir porque no nos daban los días para hacer lo que realmente queríamos (mas abajo cuento) así fue que llego el martes 24 de diciembre, en plena víspera de navidad; nos fuimos al puerto a averiguar cuando salía algún barco para Santa Rosa (frontera con Colombia y Brasil); había varias posibilidades para viajar pero todas se resumían en llegar lo antes posible a Manaos porque no queríamos pasar Año Nuevo sobre un barco. En fin, hacia la frontera van los barcos rápidos que demoran 10 horas y cuestan 200 soles ($600) aunque incluye el desayuno porque sale a las 5 a.m. y el almuerzo. Esa era una opción porque había una que salía el 25, lo que nos iba a permitir pasar navidad en el hostel con los amigos españoles que allí se estaban alojando. La otra opción era conseguir un barco lento, que por 70 soles (210 pesos) en 36 horas estaba en la frontera. La desventaja es que nadie sabe cuando salen estos barcos lentos (IMPORTANTE: no confiar en lo que dice la oficina de turismo!!!), así que nos fuimos al puerto “masusa”, allí no había noticias de que saliera alguno hasta el sábado, de ahí nos fuimos al puerto “productores” naaaaaaada tampoco y por ultimo al puerto “don José”… Allí si había uno!! Que, estaban cargando el BARCO DE LUCHO. Hablamos con el capitán y nos dijo que saldría ese mismo 24 a las 19 horas; uuuuuyy que dilema! Perder esa oportunidad de viajar por pasar noche buena en tierra??? No sabíamos cuando seria el próximo barco, así que evaluamos la situación y decidimos embarcarnos rogando a Dios que no pasara lo que en Yurimaguas y realmente saliera ese mismo día. Esta vez más precavidos, fuimos al súper a comprar agua, frutas, algo de pan y mermelada para viajar mas preparados y nos fuimos para el barco.


Con la anaconda Rosita
Como si fuera regalo navideño a las 19 el barco prendió motores y zarpo!! Nosotros saltábamos de alegría. ¿Cómo fue recibir navidad en el barco? Cerca de las 21 nos sentamos con Diego a comer nuestro arroz con atún que habíamos preparado (porque no íbamos a comer la comida del barco), había muy poca gente en todo el barco y nada de clima festivo; sacamos 2 sillas a la cubierta y solo nos dedicamos a mirar el cielo. Para ese entonces la noche estaba totalmente despejada y en el momento menos pensado apareció una luna imponente que le dio el broche a la noche. Y allí estábamos en el medio del Amazonas, a las 22 hs. (cuando era la medianoche en Argentina) hice eco de un poco de nostalgia y prendí una bengala de 40 luces que había comprado en el centro de Iquitos por 4 soles como para imprimirte un toque navideño al viaje jajá y solo restaba esperar hasta las 12 hora local como para el tradicional saludo mirar las estrellas como le había prometido a Vero que haríamos al mismo tiempo. Al día siguiente no cambio mucho la cosa; fue un momento muy agradable, de paz, soledad y silencio que me permitió pensar muchas cosas, buscar algunas conclusiones y también sentir el verdadero significado de la navidad.


Cena Navideña en el barco de lucho
No puedo negar que se extraño un poco la cena familiar, los saludos, los amigos, los regalos y todo ese circo pero eso lo vengo haciendo hace 25 años; no pasa nada por cambiar una vez. El jueves 26 a primeras horas de la mañana llegamos a Santa Rosa para hacer nuestro sellado y empezar el tan ansiado cruce de frontera… pero eso se los cuento la próxima con Manaos incluido. Gracias a todos los que se toman el tiempo de leer y comentar. Un abrazo muy grande.

 

EL TOUR POR LA SELVA: Como les dije arriba, este tema merece unas líneas de atención ya que todos llegamos a Iquitos con la intención de adentrarnos en la selva primaria. Según pudimos ver, hay dos formas de hacer turismo en la selva de Iquitos; por un lado están los típicos tours que pueden demorar 1, 2, 3 o hasta 4 días y que le ofrecen a uno en la plaza de armas a montones! Hasta resultar un tanto molestos porque los operadores de las agencias te siguen a todas partes y te hablan de que son los mejores y prometen todo tipo de experiencias y demás. En la mayoría de estos recorridos se incluyen atractivos que uno puede hacer por su cuenta (como el fundo pedrito, quistococha, comunidades boras y yaguas y algunas cosas mas) y por ende es mucho mas económico hacerlo uno mismo. La otra forma de explorar (que es la que yo quería hacer) es contactar con un guía directamente o con una agencia que tenga acceso a la Reserva Pacaya Samiria que solo son 3 las empresas que van si no tengo entendido mal. Eso es aventura pura, meterse a la selva con una carpa un machete y una linterna y explorar durante varios días. Nosotros contactamos con un guía (Juan Carlos paya o algo así) nativo de la selva que nos recomendaron otros viajeros que conocimos; este nos ofreció llevarnos a la reserva durante 6 días, pasar navidad en su casa en la selva y con su flia. y cobrarnos por 4 días la suma de 400 soles (algo así como $1200) un número importante como para pensar bien que se va a hacer. De todos modos el problema estaba en que de tomar esta opción no llegaríamos con los días para tomar el barco a la frontera y se nos retrasaría el cruce y por ende la llegada a Manaos, no era una alternativa viable así que solo hicimos los recorridos  por nuestra cuenta que creímos que valían la pena y nos quedamos con las ganas de un poco mas de aventura pero bueno… valió la pena. Por lo tanto recomiendo al viajero que este en busca de selva pura y de animales en su hábitat natural que evalúe esta ultima alternativa porque es la mejor.

Ecuador - Peru: Un cruce de frontera poco usual


LA HISTORIA

Hola a todos y todas! Como les prometí en la entrada anterior, contaría como fue el cruce de frontera por el centro de Ecuador. Antes que nada quiero advertir a los lectores, que al igual que en la entrada anterior, esta puede resultar un tanto aburrida y sin mucho contenido, pero es importante escribirla para aquellos viajeros que quieran cruzar como nosotros sin tener que hacerlo por la costa (la ruta mas común). Como les dije, a la medianoche del Viernes 13 tomamos el ultimo “Transporte San Luis” en el terminal que por U$D 7.5 nos llevaría hasta Loja, en lo que seria el primer tramo de una alocada seguidilla con el único fin de llegar a Iquitos lo antes posible. Llegamos a Loja en la madrugada del sábado con la idea de tomar un bus a Zumba (casi casi en la frontera) pero para que no sea aburrido, el destino nos hizo una pequeña jugada!! (si recién empezábamos y ya teníamos una contingencia). Como suerte de locos, a medida que uno se acerca a Perú (o también a Bolivia) los problemas empiezan a suceder así como si nada jajá parece que fuera algo psicológico pero no!. En fin, cuando preguntamos por los buses a Zumba nos dijeron que había un puente que comunicaba a la ciudad que se había caído hacia 4 días (de hecho salió en las noticias porque estaban haciendo trabajos sobre la ruta y una persona murió en ese accidente), así que tendríamos que viajar a Palanda primero y de allí tomar una ruta “poco convencional”. Sin otra alternativa, lo bueno fue que solo esperamos una hora y a las 5 AM salió el “Coop. Sur Oriente” que nos llevo por U$D 4.5; llegamos a la ciudad y ni lerdo ni perezoso el colectivero nos ofreció llevarnos hasta un puente para hacer el cruce a pie por UN dólar mas. Allá fuimos varios de los que estábamos en el bus y llegamos al puente… Si a eso se le puede llamar puente jajá; una pila de troncos mal atados que cruzaban 15 metros de bravo rio por debajo de nuestros pies!! Y yo con mi maleta con rueditas en medio de guadales de barro muy cómico. Cruzamos y del otro lado había camionetas “remis” que nos llevaron hasta Zumba por U$D 3 (luego de caminar media hora en dirección al pueblo ya que las camionetas no venían, hasta que apareció). Ya en zumba aprovechamos para sentarnos tranquilos en la plaza y comer nuestra ración de pan lactal con mermelada y un te porque todavía nuestro estomago estaba sensible :S, y tipo 13 hs. comenzamos a caminar para el terminal donde saldrían “las chivas” que nos llevarían a LA BALSA (el horario es 14:30 y 17:30 y toma 1 hora en llegar; el valor es de 3.5 dólares), el puesto fronterizo para hacer el cruce. Mientras íbamos de camino al terminal, para un señor en un Toyota Corolla y baja la ventanilla… “hacia donde van chicos” nos dijo, le explicamos que cruzaríamos la frontera y nos dice “yo voy hacia La Balsa, si quieren con mucho gusto los llevo”; evaluamos las opciones entre morir, ser violados, robados o que nos fuera todo bien y a eso le sumamos que iba con su esposa y su hija y no dudamos en subir.


El reemplazo del puente caido!!
El señor (Juan) era un militar de la fuerza ecuatoriana así que muy formal y correcto nos dejo en el cruce de frontera donde hicimos los sellados correspondientes, cambiamos las pocas divisas que llevábamos como para hacer el cruce (1 U$D à 2.7 soles) y seguimos. El próximo medio seria un remis un poco destartalado en el que íbamos 5 personas más el conductor con rumbo a San Ignacio (1 hora de viaje – 17 soles, algo así como $55). Llegamos a San Ignacio y tomamos otro remis por 15 soles hasta Jaén que demoro 2 horas (no me explico porque era mas barato si estaba mas lejos… oferta y demanda será?), pero como ya estábamos en Perú aprovechamos para tener un rencuentro con un viejo amor que nos había quedado de nuestro primer viaje por allá en 2011… Pasamos por un Kiosco antes de salir y nos compramos un botellón de yogurt GLORIA de frutilla, el más esponjoso de los yogures jajá. Llegamos a Jaén ya de noche, esta es una ciudad bastante más grande y con más movimiento (para no decir caos) porque abundan los nuevos personajes de la movilidad del país: LOS MOTOKAR, una especie de moto cortada a la mitad con un chasis soldado de 2 ruedas atrás (triciclo) un asiento y un toldo que andan a mil!!!. Otra característica que nos hacia sentir el cambio de país es que ya no hay terminales como la que estábamos acostumbrados, los buses salen de paradas privadas (suena lindo pero son unos verdaderos campitos mugrientos); la necesidad era llegar a Yurimaguas, la noticia era que el ultimo bus ya había salido por lo que la única que nos quedaba era ir a Tarapoto y tomar una conexión desde allí. Eso fue lo que hicimos pero previo a eso teníamos un problema… no había mas dinero y faltaba 15 minutos para que saliera el bus, ¿y como pagamos? Momento de desesperación porque si perdíamos ese bus estábamos CHAAAAU así que tomamos nuestra primera moto taxi que nos llevo hasta un cajero pudimos extraer algo de dinero y salimos.


Con Diego en el paso de LA BALSA
Era el primer bus oficial que tomaríamos en Perú en este viaje, duraba cerca 8 horas el tramo así que con toda la expectativa nos subimos. La verdad no fue una sorpresa para nosotros ya que entre otras cosas encontramos (lo quiero mencionar porque a medida que pasan los días entiendo menos la cultura de vida de esta gente, aferrados a vivir como animales pudiendo hacerlo bien, calculo que aprender a tolerar eso será parte de mi viaje no?):

·         El chofer todo transpirado y casi en cuero pasaba retirando los tickets con las gotas de sudor que te caen en la cara

·         Una señora a puro grito se peleaba con un hombre por el numero de asiento

·         Un joven, dos asientos mas adelante vomitaba sin parar y en el bus… ni se tomo la molestia de sacar la cabeza por la ventana.

·         Ni hablar de los olores no?

·         Luego de una hora de viaje hicimos una parada algo extraña, el colectivero abrió una de las ventanas y se trepo al techo del bus ¿Qué pasaba? Había que atar una carga de cajas con pollitos en el techo




En el moto taxi de tarapoto
En fin, sobrevivimos al viaje y llegamos a Tarapoto; aquí tomamos un taxi (esta vez un Toyota nuevito) que nos llevo hasta Yurimaguas por 20 soles en 2 horas con la “música” de cumbia peruana a todo lo que daba, hasta que en un momento le pedí por favor que la bajara porque ya comenzaba a afectarme. Una vez en Yurimaguas nos tomamos un moto taxi para ir hasta el puerto a averiguar los horarios del barco que nos llevaría hasta Iquitos;  estaban empezando a cargar el Barco de Eduardo (el M/F Bruno) que supuestamente saldría al día siguiente (eso ya seria el lunes 16) así que sin mas que hacer nos dimos por satisfechos de nuestro tremendo cruce de frontera y vimos con buenos ojos el hecho de instalarnos en una posada para poder bañarnos, descansar un poco sobre UNA CAMA, avisar a nuestra gente de que habíamos sobrevivido, comprar hamacas para el próximo viaje y demás. Un tema no menor era el del dinero! Otra vez con problemas con los genios del BANCO GALICIA que no me aumentaron el límite para extraer adelantos (a quien se le ocurre vivir con 150 dólares al mes) ya tenía mi cuota de la VISA agotada; la única opción era sacar dinero con la AMERICAN EXPRESS!! Atención señores viajeros que vengan al Perú, prácticamente NO EXISTE AMERICAN EXPRESS aquí (mucho menos en un poblado como Yurimaguas). La otra era lo que habíamos hecho en Quito, pagar alguna compra de alguien con nuestra VISA DEBITO y recibir el dinero… muy linda idea, con la suerte de que justo cuando íbamos a hacer eso se corto la luz en Yurimaguas. Estábamos atados y el barco saldría al otro diaaaaaaa… por suerte Diego traía su Tarjeta Naranja VISA que cruzando dedos, pies, manos, ojos y demás pudimos hacer una extracción como para pagar nuestro boleto (90 soles - $270), el hostel (50 soles), comprar agua y las hamacas para el viaje (26 soles con las correas para atar a los postes - $ 75). Bueno escribiendo no me ha parecido tan aburrida pero bueno son opiniones, la próxima les cuento lo que fue viajar 3 días en un barco de carga y pasajeros entre pollos, cerdos, motos y demás  por el rio mas caudaloso del mundo. Gracias por leer y comentar; hasta la próxima entrada.

 

El Dato Económico: Como no podía faltar a la entrada de un país, es el dato económico. La moneda que aquí se utiliza es el NUEVO SOL. Nosotros recordábamos de nuestro viaje de hace 2 años que Perú era sumamente barato por lo débil de su moneda; para nuestra sorpresa les quiero decir queridos lectores que hemos sido superados por Perú. Esto no tiene ninguna connotación racista ni nada eh!! Por el contrario mas que mirar el progreso del Perú, prefiero mirar la decadencia de nuestra moneda; este humilde Contador les dice en su día… agárrense que vamos camino a lo de Venezuela. El cambio es 1 U$D – 2.7 Soles. De todos modos el tipo de cambio no dice mucho si no se comparan los precios de los bienes. Hay cosas que están sumamente baratas, el hospedaje de una noche (pieza compartida obvio) con un baño privado y con suerte wifi esta en 15 soles (45 pesos), para comer hay menues por 4 soles (12 pesos); por otro lado los productos de farmacia (“boticas” como le llaman aquí) son sumamente caros , para que tengan una idea un desodorante Nivea esta en 11 soles (algo así como $33), el liquido para los lentes de contacto desde 15 soles (45 pesos), un jabón pequeño de tocador 3.5 soles (casi 12 pesos). Saben lo curioso? Uno va al cajero y le pregunta que moneda quiere retirar… si, en Perú si Ud. quiere puede retirar Soles O DOLARES; y nosotros? Y Candela? Y la moto? Jajaja hasta la próxima.